La Tierra

                                                                   Imagen sacada de la web

Beatriz Elena Morales E

Genero prosa


¡Oh Dulce tierra!
Sí nuestra tierra...
Nuestro planeta
Tienes entre tu vientre un prodigioso olor a luna castaña.
Y eres un volcán dormido entre los hombres, dentro de ti raudo el tiempo pasa...
Y durante milenios has contemplado la obnubilada mente de los seres.


Pareciera ser que conoces más que el humano los misterios de la noche
Y hasta quizás ya hayas develado los secretos de la luz.
Ahora más que nunca,es preciso develar la historia escondida de la humanidad...
Y pareciera ser que también eres como mujer cuyas hormonas se desplazan a altas temperaturas.


Temperaturas cuyos cambios algunas veces son coléricos y devastadores
Y durante décadas, edades prodigiosas tus piernas como vientres han dado a luz...
Soles y lluvias han fertilizado tus verdes campos
Sí llenando de flores la azul vereda de la vida.


Y eres mujer y estás viva, estás y eres piel de todos las cosas
Sí, y que generosa has sido con tus hijos; aunque claro, ellos te desconocen...
Te han dado a beber veneno, turbulencias de pavimentos y humos que intoxican tus entrañas.
Pero tu has dado a luz a muchos seres;
¡Ay! la vida en gestación embrionaria, ascendiente y descendente a su vez


De tus ardorosos encuentros con el sol, solecito que calienta más que nada
Ha brotado dulce la leche, miel en nuestros labios...
Sí, pero es que tus hijos, te desconocen o no quieren reconocerte
Y te han hecho beber la sangre roja de un loco desenfreno.


¡Ay! estas entrando en un período tenaz y pronto vomitarás colérica la negra sangre
la sangre negra que ha llenado al mundo de maldad y entonces quizás parirás centauros y centellas.
Sí, pero que pesar tus hijos te desconocen...
Más se que tu rostro ha comenzado a cambiar, como cambia la faz de las estrellas.


Y sé que eres como un irritado anciano, un adolecente travieso o una joven y bella flautista
Y que tu cara hermosa y verde esta cambiando el color de tus cabellos.
¡Ay! tus inmensas aguas pronto se derramarán,tus mares cambiaran de norte a sur,
y aún asi, tus hijos te desconocen y ebrios beberán  negra la sangre que ellos mismos derramaron.


Buscaras tu con la mirada acaso ¿Y querrás sembrar las flores en lugar de pisotearlas?
¡Ay! de los azules soles opacos que se yerguen sobre el mundo, con su aplastante mano que devora continentes.
Sol, solecito de auroras nuevas y nuevos amaneceres,haz que nuevas semillas renazcan y se extiendan...
Entonces quizás nuevas semillas germinaran entre nosotros.

                                Beatriz Elena Morales Estrada


Poemita extraído de mi  librito Preámbulo para un nuevo amanecer; publicado por la editorial Lealon, febrero de 1993; Medellín, Colombia. 

Versión renovada.