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miércoles, 28 de diciembre de 2011

InStAnTe


                                                          Presagios

Estoy Sola y la lluvia ha comenzado a caer y la mina de mi lapicero no me va a alcanzar...

Mientra agoniza la tarde 
en su agitada peregrinación
en su  fundirse y romperse
 desplazándose de lugar
surge solo en un instante
en un instante
sí. surge una luz azul
cuyo rayo envuelve en fracciones de segundos
 los ojos adormecidos 
esos ojos la contemplan
 ella al tornarse oscura
 desaparece llevándose
el misterio que la envuelve
 pareciera  que a su vez la encierra
desnudandola en fracciones de segundos
dando a luz
 a efemérides de lugar
lugar en donde el sueño creemos
 se acentúa
pero antes de esa hora todo es incendio 
levadura en los rostros 
agrietados de la especie 

Después de esa hora 
solo flacidez de muslos entreverados
estupidez de plantas 
de  adormidera en sus cabellos oxidados
la centrada masa Solar
 vuelve a oscilar
 al hacerlo va destrenzando su larga cabellera
sus  rayitos como cristales
van adentrándose en apenas
si, un pequeñísimo movimiento de inercia
¡A! pensar que en un segundo
 tan fugaz y tan pleno
lo eterno da a luz al Dios descalzo
 al Dios desconocido
el, el creador invencible de las rocas
de la roca sobre la cual 
ha colocado su planta

     Beatriz Elena Morales Estrada

Extraída de mi obrita   Silencio De Alas
Derechos reservados todos...

viernes, 23 de diciembre de 2011

Mi EsTrReLlA



 Hace rato que siento que he perdido la luna
 Mira tu en ella te dibujabas
¿Acaso has cambiado lo eterno por un plato de lentejas y lentejuelas?
 Lo más seguro es que si

 Ya nada importa ahora, la flor que se perfilaba en la tarde
 La curva, la línea ascendente de la vida
  ¿Què importa todo eso ahora?
Si todo es una falacia, que acorta el suave camino del arco iris y lo reduce a una nada.

¡Ay! el oro solo vale por la trasmutación del metal, en el fuego más sagrado.

¿Se consumirà tu alma en ese fuego?
¿ y sabrás en realidad, cuál es el peso de lo que vale?
 Mira todo lo que queda es eso, un desierto.

No todo lo que brilla es oro, ya lo dijo alguien más antiquísimo que las cosas...

Mira no deseches el amarillo de tu ser, no reduzcas el espacio de tu infinita casa, de tu luz solar a un objeto pasajero.


Desnùdate y arroja todo ese peso corpóreo que te arrastra
La gravedad terrestre, solo es abono para conocer la forma cósmica que nos inunda.
Y para conocer también, el pequeñisimo hueco que nos agobia.
El mismo polvo que seremos
Solo por eso, pero nada más.

Cuando el ruido absorbe, lo vano se sostiene
Allí nada es cierto, nada es valedero.
Vana apariencia y casi nadie ve; la sombra que lo acecha.

A solas algo se queja, quizá no lo notes aún
Pero la noche se abruma se hace niebla, sí

Y al final todo es una desolación
Te desnudas y cae la tarde.
Y aquella estrella desvelada, la nuestra, ha comenzado su descenso hacia la nada.

Si, pero mira, lo que daría por qué reapareciera de nuevo
¡Ay! ojalá, y ese sol naciente no se extravié

Si, pero ya las sombras se instalan y un corazòn vuelto añicos, se ha acurrucado a dormir en el jardín del edén perdido.
Mira, mi corazòn ahora es un desierto

¿En  dónde encontrar  un captus para sobrevivir a estas arenas?


                                               Beatriz Elena Morales E

Extraída de mi obrita; Silencio De Alas,derechos de autor registrados

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El PoeTa

 

Apenas si, se deletrea tu nombre, sobre una nube iluminada por rayos.
La imaginaciòn en un segundo desmoronada...
Las cartas y los poemas arrojados a sus píes, en un exceso  de arrogancia.

Más no fui yo,  y con razón la expresión reza " a los cerdos no se les puede ofrecer rosas"
Su risa de niña endiosada y caprichosa
Hecho a perder los mejores instantes

                           
Más todo fluye y nada es inamovible
El destino no es perenne...
Como no es perenne la rosa
Ni la alelada niña que al espejo se mira


¿Què sabe del poema? 
¿O de la sustancial oleada?
¿Què  sabe de aquello que corre por la sangre?
 ¿De aquello que se derrite como un sol, calentándose al orbe?

De aquello que  en su  fluir, te hace a veces ser, como un  poeta en la enmarañada selva.
Todo eso se pregunta, viendo los ojos arrogantes de aquella criatura tan tonta.

Nada sabe esa pobre niña
Nada, ya que banal e ilusa, va por la vida
Y sin sentido corre al encuentro, de aquel que le ofrece un mìsero peso para comprar su cuerpo.

Nada sabe, solo sabe de excesos en la cama y de ondinas vacías 
Exponiendo su cuerpo a placeres banales y  hasta mortales.


Si, pobre de aquella que arrogante
Que en un  acto de inconciencia, arroja
 Arroja a los pies de su amante, las cartas y los poemas que otrora disfrutara.

Ilusa, no sabe que desprecia al poeta, al que amaba y lo deshecha por pobre.
Porque se dice, este no tiene en pesos lo que anhelo
Sì, se le figura a la niña que este poeta es muy pobre


Tú eres un muerto de hambre le grita
y su cara angelical trasformase, en la de una horrible bruja
Bruja horrible la posee y la hace actuar con desdén.

Y la pobre ignora que a la postre y en el poniente, con sus mágicos dedos, este inaugura palabras, que son pedazos de cielo.
Y que también da a luz, a rayitos y a estrellitas que nacen de los sueños.


Y por eso el poeta , su amante, nunca querrá, que su corazón se apague, no.


Pese a todo, seguirá dando cinceladas y pinceladas de amor
A él, no le importa que ella, lo haya desdeñado
Y es porque sabe que esa niña  ilusa, es paupèrrima
  En su expresiòn, es más mìnima  qué él.

Y que a la postre, regresara màs desteñida que nunca
A beber de la ambrosìa que le falto,
De aquella, que no pudo encontrar
lejos de su amante


                             Beatriz Elena Morales Estrada
 Extraìda de mi obrita, sSilencio De Alas
Todos los derechos reservados

domingo, 18 de diciembre de 2011

BOSQUES



 Prosa

En la espesura del bosque, alguien se halla extraviado,
y tiempos de lluvias torrenciales amenazan.
pero en este, la detención del tiempo,
 se parece al viento que gira y gira en circulo.

¿En dónde y por vez primera se originó el incendio?
pobrecito, ahora se ha vuelto a tender y yaciente, 
se acurruca  a la orilla de algún camino.

¿Qué no vez que el tren que esta en desuzo esta a punto de cruzar la línea de fuego?

no te detengas en el tiempo, el circulo perfecto lo lograras, 
cuando dormido ya no sueñes. 
cuando tus ojos ya cerrados
 no se abran al paso de aquello que pernocta a tu lado.
Sí.  y cuando tu boca fría y pálida ya no sienta
 ni la más mínima  mosca aposentarse  sobre de ella.

¡Oye! no des el giro equivocado a tu pregunta
 levántate y  ya no lastimes la curvatura de tu cintura.
porque el tiempo, es un diminuto recodo en el camino

Ese es un reloj de arena que no da tregua 
 ya que no tiene dimensión, ni limite




Y ella en cambio sola se vacía y cae, 
como sobre el desierto los vientos más intempestivos 


Levántate, ya que en ella, no hay conciencia, ni ocio, ni nada, 
pero a ti, te identifican esas manos que se doblan.

La diminuta forma, que oscila entre tus lagos de sangre y carne
 ese cosmos que se mueve al paso de tus ojos.

levántate y sal ya, de ese bosque,
 que importa si en el camino se te aparecen potros desbocados
 rascacielos como selvas.

haz como si, desde esa lengua húmeda, salpicada de salitre
 y de mar se convocara a la magia  y tú saliva fuera un riachuelo,
 hasta quizás un río, en fin...

Y que no se te olvide nunca, nunca,
 todos los ríos van a dar al mar oleadas de criaturillas
 y de profundidades sin par....


                                                Beatriz Elena Morales E

Extraída de mi obrita Silencio De Alas.
Esta obrita se halla registrada en la unidad administrativa de derecho de autor

viernes, 16 de diciembre de 2011

CoLoReS

 Prosa

Sonríes y muestras una hilera de dientes, que aún permanecen como las viejas teclas de un antiguo piano;entonces miras y ves un color azul, combinado con un tenue amarillo y sientes vibrar ese color tierra, que siempre te ha parecido tan bonito. 
Pues si mi amiga, aún cuando los demás pienses que desvarías, tu sigues adelante con tus colores, dando pinceladas de fuego sobre el papel en blanco, sin importante ya lo que piensen de ti. Claro, yo se, lo sé dijeron, que lo que tu escribías, era pura basura ¿ y bueno que importancia  tiene eso ahora? independientemente, de que les guste, tu estas aquí impertérrita y fecunda ¿lo ves? además si es basura o no, qué importa, que importa.
Pero lo que más rabia, dolor, tristeza, me da ¿sabes qué es? que dejaste que te pisotearan,  esos que te aborrecieron ... 
Y bueno, también el ver, como es que en algún momento confundiste esos colores, con las tonalidades grises de la muerte....
Pero no estoy enojada contigo, al contrario, me alegro por ti ¿sabes? Vuelves a mirarte en el espejo y allí, encuentras esa hilera de dientes ¿crees qué amenazan con caerse?
Bueno supongo que mientras eso sucede, tu reharás al mundo; bueno al menos el tuyo; en bajadas y subidas y hasta en líneas pararelas y si, aquí estas, hasta quizás como un estandarte y un tronco de árbol, adherido a la vida.
¡Oye y a propósito!  ¿ya has decidido, volver a  hablarle a aquel olvidado cariño tuyo?
Mejor porque no asumes que vives y ve, siente como rumorea el viento en tu cara aún fresca y escucha el sonido cristalino, que por entre el aire te llega.
Miras y al mirar, sientes que detrás de tus orejas, no se evaporan tus sueños y te das cuenta, que aún existen cosas imperecederas, si, y que vienen del antiguo mundo...¿antiguo?  
En todo caso, tus manos  no están agrietadas y en tu cara aún subyace, el rostro matinal y ese aroma; si ese aroma que suelen guardar las cosas, las cosas pequeñas, agridulces y saladas, secretas y recónditas, anodinas, visibles e invisibles, como un pàjarito pequeño o una bolita de cristal, o una muñequita danzando sobre una cuerda floja y las alas de una mariposa, en su vuelo matinal; si y la magia,la magia de un poema por entre la noche titilan te...


                                    Beatriz Elena Morales E

Extraída de mi obrita Silencio De Alas;
derechos reservados todos

domingo, 11 de diciembre de 2011

FuGiTiVa



 Pandora, manipulando...


 La que se oculta como pandora, despliega sus alas y una mariposa inexistente la sobrevuela
Y  doblandose sobre si misma, casi como una gacela fugitiva
aparece sobre un rescoldo, mi figura de tiempo


 Y sobre una abertura, un icono yace de espaldas a mì

  Me rio y mis dientes de encia desaparecen
Y es que ella ya no esta

 Ya no descubro tu  vuelo 
Solo es arena lejana
Se ha vuelto incorpòreo 
Ahora lo que siento es una lluvia, delgada fragil
Sobre un espejo que esta a punto de romperse

Miro y rascacielos como àrboles, en lenguajes casi prohibidos
como una torre oscilan de un lado para otro,
 El caminar se hace delante de los ojos que ven y no ven


Si, y ella continua de espaldas a mì
Y siento algo en el viento
Es casi como un perfume 
Pero es màs que eso

¡Ay! un corazón roto no da sosiego ni calma
De repente su mirada me llega, por entre el aire de su casa
Tal vez ya no se halle lejana
Si, puede que sea eso.


Si y hasta quizás desaparezcan estas arenas movedizas,
 Arenas que se hallan debajo de mis pies
¿Si, sera que la brisa  de las montañas vuelve a inundar mi alcoba?


Me asomo por entre el aire y hecho un vistazo en la distancia
Si pero sigo aquí...


 Y una mariposa se ha posado sobre mis manos

 ¿Acaso perdura el eco de mi memoria en la suya?



 
 ¡Ay! y una gacela desaparece ante mis ojos

Pero si estabas aquí ¿acaso esa gacela soy yo misma?


¿No que eras tu?
En todo caso, la lluvia continua cayendo
Y es verdad un corazón acurrucado, no da sosiego, ni calma, se la pasa tiritando.

Y ella lo baña todo, todo y fugitiva mi alma se quiebra

Se rasga y no puedo en el hueco de mis manos, encontrar la forma exacta, no exacta, solo la forma.

                                                              
                                                               Beatriz Elena Morales E
  
 Extraído de mi óbrita  Silencio de Alas
Todos los derechos reservados...

viernes, 9 de diciembre de 2011

Mi LuNa

  
                                                        Fascinaciòn

¿Y quién puede sustraerse a la fascinaciòn de la mirada?
Mirada que produce vértigo y en su atracción te quedas  atrapado
Quizàs deberias taparte los oìdos como Ulises
Y en este caso...

No se, si al nacer traías la luna
yo solo se que eres la luna, mi luna
Y que un sol  verde me alumbra desde tus ojos, desde tu  casa
Descubro entonces  mi amor por ti

Y es más que esa estrella desvelada
¿La recuerdas? la nuestra.

Estrella que te regale aquel atardecer
La única entre las únicas, cuando tu amor me entregaste
Vendrán a buscarte mis ojos
Vendrán a buscarte mis manos y vagare ...

Vagare si no encuentro tu mirada
Si, y es que quizás anhelaron por siempre este pequeño sol naciente
Esa inigualable forma de ponerse la luna
De ponerse tu amor

Es algo así, como un oscilarse de estrellas
Y es por eso que ahora esas cosas son tuyas, mías, nuestras


Descubro entonces que es bueno que existan el día y la noche
Y las cosas girando al tiempo.
Las casas  y sus terrazas llenas de flores


De rostros sonriendo, sonrièndome
Inaugurando la primavera
Aún más de enigmáticas gatas 
Y de sus airados gestos
De sus aullidos marcando territorios

Mejor todavía que los perros miandosen 
ladrando le a los guiñados de ojos
A los besos entregados en el silencio


Pero más que eso, más que el fluir eterno de las cosas
Redescubro en tus ojos, promesas de un amor...
Y desde ellos la antigua esperanza


Si, la esperanza fresca del poema
De ese que guardo, secreto
Que permanece oculto, silencioso

Ese que guardo en  uno de mis bolsillos
Ese que es dueño de mis secretos màs  recónditos


Más que el poema, la esperanza
Y quizás más que esta, el amor
Más que el amor el poema


Pero fueron ambos
La fuente donde se rompió el cristal
Inaugurando ese tiempo nuestro
 
                                                               Beatriz Elena M.E

Extraído de mi obrita Silencio de Alas, inédita
Registro Nacional, derechos de autor...

AlaDoS



Estoy no en la cima de la noche
Aunque no debiera nombrarla
Quizás inmersa dentro de ella
Pero no soy una noctámbula que sueña
Soy ahora una primavera,un desplegarse de alas 


De pasos que no perturban y oigo campanas
Si, que  invitan a los campos
Ni una sombra, ni una sonora mueca de desesperanza 


Soy más que un cristal roto
Soy entre los edificios sembrados de ajenjos y de ciudadanos
Soy un laúd de sonoros cantos



¿Porquè dirán? ¿pero y yo, qué les digo?
¿Acaso que he vuelto a soñar con pàjarillos leves
Si, y que con ellos vuelo más allá de las ciudades rotas?
No lo sé , aun no lo  sé ¿què puedo yo decirles?


Acaso que he cogido la luna y que esa luna eres tu?
Si, y que con tus manos haces que nuevos silbos renazcan


Y un mar verde me funda el alma 
Como plumillas y por entre pétalos
Se va, se va  yendo
Si, como en arenillas, en pos de nubes, de nubecillas

¡Ay cuando te veo llegar
Desde mis dedos, desde sus yemas surgen como pàjarillos 
Y tan inexplicable todo, casi como un latido, como uno solo
Por eso digo, ùnanse las cosas que son y no son

Se ha despejado el cielo de nubarrones
Y ahora, riese la mantilla estrellada
Desciendan, pòsense sobre mi cara petalillos de agûitas que traen sueños.

Es tu mar verde que me ha traído multitud de peces  y de pececillos
Y es también la flor de loto, tu oculta flor de loto
La que ha traído palabras...
Palabrillas que se hallan guardadas en el  gabán de algún lugar
Son tus laguitos, lo que de tu ser emana


La inigualada sabia que de de ti, me deleita
Los ríos que discurren y corren
Los sauces que no lloran, las mariposas que se deslizan por entre el aire.


Estoy no en la cima de la estrellada láctea, sino dentro tuyo, dentro Un corazón
Desde entonces te enredas entre mis cosas
Por entre mis cobijas 
Y desde entonces sueño y sueño de nuevo

                              
                                                                Beatriz  Elena M.E

Extraìdo de mi obrita Silencio De Alas,
Derechos de autor Reservados

miércoles, 7 de diciembre de 2011

MIRADAS

                                                  



                                                      Lejanía

                     Rompiendo brisas,  cristales de agua , rayos de luz al contacto con el aire; todo eso es mi amor por ti

Miradas de asombro y ternura
Como colibrìes chupan las flores
 Las polinizan, como niños alegres saltan entre los muros

Las miradas de asombro y ternura son como sueños de piratas y bucaneros
Envueltas se hallan entre rayitos de amarillosa luna, auguran a veces alas y sonidos de fiesta

Vuelan pàjaros juguetones, entre el viento,como espuma brotan y se escuchan campanillas en olores indefinibles.

Vegetales olores como sabia de mi sangre
Corren y discurren voces ocultas entre las hojas del aire
Y rozan como cuchillos entre la brisa


Entonces el corazón como un tambor,
tamboritea inaugurando  el goce de la vida
Del amoroso encuentro

Miradas que se desocultan detrás de los pàrpados cerrados
Y que son como valla contra la muerte
Esa que a veces acecha oscura y silenciosa

Beatriz  Elena Morales E
Extraída de mi obrita Silencio De Alas
Obrita registrada en la dirección nacional de derechos de autor

TRANSPOSICIÓN




Todas las cosas se acaban, se mueren o se trasforman y la sustancia etèrea cabe en el hueco de mis manos
¿Pero acaso, cabe mi mano en el cèntrico espacio de tu corazòn?
¿ O a que distancia permanecen los cuerpos separados en la espacio?


Miro y veo a un niño que juega, mientras que el trompo que es lanzado desde su mano al girar se detiene
Pero es en ese detenerse, como se perpetua el movimiento de la inercia.
¡Ay se incendia el bosque y es imprecindible que arda hasta el amanecer!


Màs no es menester que dure màs 
No ese incendio que todo lo devora, no
Quzàs como el agua, que tambièn tiende a expandirse

Nada, nada permanece nada
¿Permanecerà nuestro amor o tan solo serà una llamita?
Llama que tiende a dispersarse
Pero llama al fin y que es movida aqui y allà 


¿Tendera ella a apagarse o se instalara en la secreta armonìa de las cosas?
La tierra absorbe el agua y esta se abre, se esponja, ahondando la remociòn de los escombros


¿Pero y còmo puede acabarse lo què aùn no ha comenzado?
¡Ay! pero es esa agua tan pequeña, la agûita en el agujero de la boca de un niño
Si, al hacer este buches y arrojarla luego.


¿A dònde habràn ido los pasos que te preceden?
¿Los pasos que te bùscan? ¿cuàndo ya de mi amor no tengas nada?
Nada, ni la màs ìnfima respiraciòn mia en la distancia

En la lejanìa se consume nuestro amor, dentro de lo que nos une o nos separa
No hay dudas algo acaricia  con el viento
El agua de tus labios mil veces bebida, volverè a beber quizàs en la mañana de un dia
¿De una imperecedera noche?

No lo sè, pero entonces como ahora estaràs en mì
Estaràs con ese cuerpo tuyo, mìo,  lleno de huesos y de sabia
Al cerrar y abrir mis ojos, te veo a mi lado.


La delgada flecha, la delgadita habita en el aire a donde es arrojada
Vive el àrbol y la llama permanece, aunque su forma cambie, es la forma de las mil formas.


Pero un pàjaro vuela ahora en cìrculo y es tan inocente la niña que te llama...
Hay rumores, sonidos y cosas, voces
Hasta quizàs la voz ùnica del poema
La voz tuya dentro mìo.


Si, como un corazòn de hojalata
Y una flauta pequeña de bambù
Miro y veo que la lluvia cae, toda ella es un diminuto palpitar
Pero hay viento, entonces mis carrillos se inflan, mis labios se recojen y soplo.

Soplo al aire y un silbo sale
Es el viento quien me lo obsequia y a ti, te lo obsequio yo
Entonces veo que la lluvia me ha devuelto a la demudada novia
Y que ha devuelto tambièn el mendrugo de pan que habìa sido robado.


¡Ves nuestro regalo es esa lluvia leve!
Leve , pero que palpita
Nuestro regalo es el sonido multicolor de la caracola incensante


El aire infiltrado y vuelto a infiltrar
Si, mira ahora soy un pàjaro que danza
Yo danzò ¿no lo sabìas?


Envìa si quieres tus señales de humo
Es como un llamado, èl me llama...
¿Tu tambièn me llamas?
Esa lluvia es su llamado.
                          
                          
                            Beatriz Elena Morales E

Extraìdo  de mi obrita Silencio de Alas

martes, 6 de diciembre de 2011

EL NEGADO


                           

 
                                                             ANHELO

                      Si música tocasen mis dedos; ellos áureos de infinito, a tus oídos llegara.

Nada, nada  ¿Que podrías objetarme?
Tu has sido la negada, siempre el  negado...
aunque en secreto has anhelado
nada,nada tendrás para decirme
y de la misma manera,
 que las estrellas se ocultan
así a ti, se te ocultaran algún día, 
estos ojos áureos y de anodino mirar
estos ojos de viento, 
que han sido para ti como gotzilas o pequeñas gotas de rocío
si, pero nada, nada, nada  tendrás para decirme
aunque en tu pecho,  se expanda como viento un secreto penar...
Nada, nada, nada 
 ¿Qué podrías repararme? 
¿Que podrías en tu oculto sentir indagarme?
Si,  tu has sido el negado  y aunque gentil,
 te has encumbrado como monte
¿Supongo que querrás negar que cuando me miras se te asoma la luna?
Y que te atrae,  la sabia que se guarda en mi aliento
se que te gusta que te bese las manos
y  que para ti,  es un deleite que te mire a los  ojos
¿Y darás un puntapié a tus libros, para decir que no?
Si, pero ponme en claro, que para ti soy una nonada, si una nonada
oscuro es pues,  este extraño querer y un no querer
ponme,  en tu pizarròn como un sombreado soñar y deja bien resaltado; nonada
¡Pero hay! 
 En la distancia me llamas y como música,  llegas junto a mi
si, con esa cara tuya, con ese rostro de siempre
aquel que guardo siempre en mi memoria
aquel, que antaño conocí
sonriéndome y como espoleando al aire
si, solo la noche,  alterada o serena sabe de ti y de mi
y de tu silencio, callada evidencia de mi anodina presencia en tu vida.
De tu amor, en mi amor y en mis amores
nada, nada, nada 
 ¿Qué podrías objetarme?
Si y aún diciendo,  que si, si, si , tu has sido el negado
por eso a ti, se te ocultaran algún día estos ojos, 
ojos míos, gotzilas de viento, gotitas de agua
ojos de anodino mirar, gotillas...

                     Beatriz Elena Morales Estrada©.
Extraído de mi obrita Silencio De Alas   
Derechos reservados, derechos de autor...

lunes, 5 de diciembre de 2011

DE SILENCIOS




El silbo del sonido es un poema  único
 el silbo del silencio roza como filo mis oídos  
como viento peregrino no cesa de rumorear 
suena el silencio y roza mis orejas

Como cuencas de mar hondo son ellas
las horas segundos pisan mis talones
y son casi como bandidos al asecho


serpentean en mis ojos desvelados, agudos pensamientos
pero no cesa el silencio, no, no cesa.


Y ni siquiera el inquieto y jadeante viento logra espantarle 
no cesa el silencio, no, no cesa...

Y  cuando las horas como bandidos alcanzan mis pisadas
surge entonces velado y develado todo mi ser
toda mi profunda nada
que no es otra cosa que vuestra nada
¡Bendito silencio!
                                                     
Beatriz  Elena Morales Estrada
 Derechos reservados, derechos de autor