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jueves, 8 de octubre de 2020

Gota de Rocío





 

El rostro de las cosas

 


El rostro de las cosas

 

De entre ladrillos y baldosas,
arriba en el tejado : surgen las formas,
que como ocultas y apenas si perfiladas, se dibujan
y pienso en el ángel de la muerte que persiguió
a los infaustos a los que como diosecillos, se alzaron en la infamia.
También pienso, que si fuera un sembrador de estrellas,
un surtidor de sueños,
fundaría los rostros de las cosas,
perfilándolos en cada esquina del zarzo de la tierra.
Pero vienen los perfectos, los normalitos a decirme que no, que la cosa no es así, que es como ellos la pintan, perfectos como ellos.
Ellos que tienen tieso el cuello y endurecidos miran,
llenos de prejuicios las cosas de la vida.
Abrigo la esperanza de que no todo es vano ni banal,
abrigo la esperanza de que esta lucha no ha sido inútil,
levanto mis manos con fe y sé que tú escuchas mi canto.
Las flores y las mariposas, tienen en común una rara belleza, que las hace únicas.
Y así, sin caras identificables posibles, los rostros de las cosas,
tienen en sí, algo que los hace únicos e irrepetibles.
¿Pero qué harán los perfectos con estas cosas nacidas de un corazón vibrante, apasionado como el mío?
Harán, lo más seguro con ellas, moños de flores, moñitos en sus caras y en sus cejas,
que al final serán flores de siempre vivas en la primavera.
Te digo la verdad; aquí en secreto, a mí no me gustan las flores del mal.
Duerme en la estancia florida de la pesadumbre el mundo,
antes tan arrogante y pérfido y pienso entonces,
que fuera yo un sembrador de estrellas, un surtidor de sueños,
cuentas cosas no sembraría, en el vasto submundo de las baldosas y con bolsones.
¡Ay! Abrigo la esperanza de que no todo es vano, ni banal,
abrigo la esperanza de que esta lucha no ha sido inútil, y sé que es
valido levantar las manos y por eso, levanto las mías con fe, con ardor,
y sé, sé que tú escuchas mi canto.
y si te hubieras dado cuenta tú, de la presencia de Dios,
no estarías hoy reclamándole,
tal vez sabrías, que también el sol arrulla semillas, las acuna en sus brazos, como una madre, penetrando todos los recovecos, todas las superficies de la tierra,
de donde brotan esparciéndose , sobre los cuatro puntos cardinales.
Y podrías mirar entonces, que esa misma madre se recalienta a veces, encendiéndolo todo,
todo y hasta destruyéndolo también…
Es válido escribir estas cosas, porque son el canto de un alma, también la tuya grita y lo sabes, que tú soy yo…
¿No me hagas llorar o reír quizá como desaforada? No me digas que eso no eres tú.
No es necesario saber que todas esas cosas, somos todos,
lo que odias de mí, lo que te molesta de mí, lo que amas de mi
Y así ¿Es necesario ser explicita? No habla el yo particular, aunque sí;
sino el yo general, del tú a tú, del otro, los otros.
¡Oh! Por eso adoro el rostro de las cosas, tan imperfectamente trazado.
¡Haaaa! ¡Vivo! Estoy viva ¡Fecunda en el hueco de la palma de mis manos!
Este, me habla tan poéticamente, me muestra y enseña tantas cosas, tantas,
que tengo que contemplarlo a veces ,
delirante y con los ojos desorbitados, cual loca en frenesí,
también como con asombro ; así, mirando , casi con las órbitas salidas, mirando,
siempre mirando, absorta , casi en éxtasis supremo,
o así de sencillo, solo basta su simplicidad, sin demasiada elocuencia.
¡Ahhhh Si! Las flores y las mariposas,
tienen en común una rara belleza, que las hace única
¿Y nosotros esta raza prepotente y desleal?
Bien, si me buscan estoy entre las plumas gravitando en el aire

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright           

 


miércoles, 7 de octubre de 2020

No olvides que la justicia es divina

¡La justicia es divina! 

¡La justicia es divina!

¡La justicia es divina!

 

         Tarde que temprano llegara  para todos aquellos que han violado las leyes del amor.

¿Por qué matas asesinas a otro ser humano que es diferente por su color de piel u otras razones?   ¿Quién te crees que eres?

Actúas como bestia y no como humano; más Él te dice;  ámalos a todos,  acéptales así como son.

No dañes a nadie, ámalos  a todos  y si no puedes amarlos;  entonces acéptalos,  déjalos ser,   ámalos aun en medio de las diferencias  de cualquier índole.

 No te metas en la vida de nadie, no para mal…

Hay seres  humanos, que son  tan bellas personas,  aunque sean  negros o blancos  o de otra condición distinta a la tuya  ¿Por qué hacerles daño porque descalificar a tu prójimo sin causa y sin razón?  ¡Piénsalo bien!  No haga nada de  lo cual  después tengas que arrepentirte,  porque la vida no se queda con nada.

  Y recuerda no estamos solos,  todo, absolutamente todo lo que vive y respira tiene tanto derecho como tú a vivir,  a ser feliz,   a la comida y  al agua,  al igual que tú.

 Las leyes del universo,  funcionan para todos, no lo olvides. ¡No l olvides por favor! 

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright

 

Salté ya

 




   Salté ya

De pausas  y espacios estamos hechos,

 de sangres derramadas,  de inocencias destruidas,

 de grandilocuentes habladores, de poderes y mezquindades.

De crueldades  y de abusos,   de injusticias y  de atrocidades. 

De locos y  dementes,  el mundo está lleno 
y las calles sangrantes, la bestia desatada. 

Desparramada por doquier,  la ambición que corrompe el musculo  y achica el cerebro. 

y la pobreza instalada, en las calles,   paupérrimas  almas, entristecidas sin  esperanza

y los vendedores de armas aprovechan, para vender.

 Si.  En todo el mundo es así.

Pero eso no es  una excusa. 

¡Oye tú!  Si tú,  deja la mala onda, 

no fumes  el cacho en  la  habitación,

ni en tu casa,  ni  en ninguna parte.

No llenes de humo los pulmones de los demás. 

Como una honda se va  el humo al cajón de tu esqueleto. 

No andes vendiendo  tóxicos por ahí

ignorando que todo viene de la ambición,

 del que quiere dinero , sin importar su procedencia

para mandar y someter las mentes y las almas.

y unirse con el poder, con el que maneja la cuchara por el palo

y después te tienen entre los ojos tiñendo de rojo tu cara

luego te ponen en la  mira.

Te están matando  induciéndote a los   vicios.

No hagas malacara,  ya que pareces  medio tonto. 

¡Oye tú! Si tú,  has un receso en tu vida loca,  para ya  de tanto vicio

¡Para ya! Deja de destrozar a tu organismo.

 Desata tu inteligencia, 

de tan loca mediocridad rayando la estupidez  salté     ya

¡Salta   ya   de allí!  ¡Salté!   Da ese brinco y ese giro  que te lleve arriba

no estés más en ese planeta maligno,    ahuyenta  la muerte, instaura la vida.

 Construye  pilares de buenas acciones y de  danzas, en amores

 en vibraciones a colores  mil. 

¡Se tú mismo! No te dejes arrastrar, no te dejes llevar de malos consejos.

Alza tu cara  y mira al cielo. Mira a Jesús. 

De pausas   y espacios estamos hechos

¡Vamos a aprovecharlos ahora!

Sí  ahora, has un receso en tu vida loca y piensa.

 ¡Piensa!

¡Vamos piensa!

 Que hostil es el planeta en el que andas

¡Oye tú!

          BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright 

INSTANTE

 



INSTANTE



Si por un instante, un solo instante al sonar de pronto una sonata
nuestras miradas se cruzaran como al roce de unos labios
y nos uniera suave un tintineó de algún cercano campanario.
Nuestras miradas como en el roce de unos labios
de una luna o de un sol suave…
Como un tintineo de los dedos atravesando el aire
y solo se detuviera en las alas de muchas mariposas
eso sería como llegar al alba entretejida de un amor
por un instante, un solo instante nada más, de una mirada nacieran alas.
Transpasaría barreras, muros, calles, rascacielos finitos
Hasta quedarse detenido en aleros, entre ventanas y rejas
¡Ay! Campanas sonarían, en alegres melodías dispersas al calor elocuente de faroles, de gritos y algarabías
haciendo bulla el sol detrás de las montañas
Y en esa sonata de aquél piano este volaría infinito
al sonido único de los corazones…
De aquel piano ¿vos te acordas?
Si por un instante, un solo instante nada más... Tú
Entonces el griterío de grillos armaría una parranda
si por un instante, un solo instante tu...
Todo entonces se volvería un canto de pájaros
y al abrir los ojos parpadeantes
las auroras mirarían un oasis de frenéticas aguas
y temblando las estrellas descolgarían delicados arpegios
acurrucado un sol tibio arropará aquel momento de pianos y de guitarras...
Si por un instante, un solo instante...
Entonces te guardaría en la cofradía de ventanas
en plácidas mañanas en que tú serias yo
al pie de una cisterna al sencillo tributo a recogida
como pétalos en el rosal de aquella plenitud


           BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright 

 

 

 

Confabulación



         Confabulación


El desprecio en la mirada

 el  odio   reflejado  en unos ojos ladeados

 boca  torcida, veneno que corroe. 

 Cosas estas  que  confabulan contra lo mismo

o  se ponen de acuerdo entre sí, 

 por  una suerte de sortilegio que los une.   

Oscuros pasillos  donde conviven entre sí

  ¡Un alma como picadura de abeja! 

Gusano  disecado por el odio

 Una nada es…

 Solo ignominia trae ese corazón.   

¡Sembradora de nada!  

   Pieles despellejadas,    acentuándose    como cuchillos  sus voces. 

Dolores y soledades aletargadas…

 Desoladas de sol yacen pieles marchitadas,

 y al grito libertario,  corazones  se hinchas como picaduras al viento. 

Está  también la  sombra que repele la luz

  y que trata de arrinconar desde la oscuridad

 fecundando  cactus  de desesperanza. 

 Como   sombra,  como sombra  que es,

es el desprecio en la mirada,

 el odio reflejado en la boca torcida

el veneno   expulsado …

          BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright 

Acá es




Acá es 

 El rostro de las cosas

cuenca vacía de los ojos.

El gusano disecado y discreto,

 que convive en el albor de la flor.

 Entre nosotros  por doquier regodea.

Es el rostro,  la  perfumada   instancia

y es también   girasol en plenitud.

la oscura cueva  que  habita  en roces

deshabitando a ratos  el nido de la oscura.

Acá es  el rostro de las cosas, 

cuenca  vacía de los ojos.

 Gusano disecado y discreto,

 que convive en el albor de la flor.

 Entre nosotros regodea  paseándose por doquier. 

Es el rostro de la perfuma instancia, girasol en plenitud.

agujero grande y húmedo  que gustativo consume

acá es   dualidad  incubada a instancias de silencios.

Fuego calcinante,  tierra y a la vez   espuma  que  sube,

  vapor que se dispersa, agua que se evapora.

¡Eso es acá! 

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright 

Invitación

 


                                Invitación

 

Te llamo vida

¡Oh ven conmigo a conjugar el verbo!

La primera vocal,  el abecedario de las manos

la lectura de los ojos…

La palabra en primera instancia

la   trigonomia  del espíritu 

¡Oh dulce mana!  ¡Oh dulce mana!  ¡Oh dulce mana! 

¡Eres  vida!

La vida en continua acción y movimiento, 

  dulce  gesto  de   mano abierta. 

Constelaciones  de estrellas. 

Habitad  de los cuerpos,

Multiplicidad  en continuidad absoluta.  

  Alborada   de formas. 

¡Regocija al corazón la infinitud!

Y la transformación  de todo.

La mínima partícula y partitura 

¡Te llamo vida!   ¡Dulce mana!

Más allá del Aleph  está la constelada

¡Oh ven conmigo a conjugar el verbo!  

La acción, el movimiento  y  lo que nombra.

La mano en franca lid, el dulce amor del padre

de  aquel que por sí mismo es bastón orfebre 

¡Mana que se comparte! 

¡Te llamo vida!

Déjala correr

¡A la mar va!  ¡A  la mar va!    ¡A  la mar Va a parar! 

Déjala correr.  

¡A la mar va!  ¡A  la mar va!    ¡A  la mar Va!

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright

 

Dulce mirada




         Dulce Mirada

A un caballero con su dama vi

subir de gancho por mi casa

mientras yo al jardín le ponía  manos

al verme se sonrió y sus ojos brillaron saludando

en un dulce  mirar de ojos recordando

de su idealizado amor mi rostro

reconócele al instante mi memoria

y vi en tan bella mirada a un buen hombre  

que alégreme en mucho su mirada ver

 y saber que iba acompañado

un hombre de  tan  buena talla y de tan justo mirar

que  al  instante la dama  acompañante  agárralo de gancho preguntando

¿Quién es ella?

Mientras dulcemente sus ojos me miraban

Y aléjose    el caballero  con su dama 

y yo  a mi vera   sonreía.

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright

 


Este amor

 





ESTE AMOR

Por imposible y lejano este amor arrolla los silencios

y al viento arroja las palabras…

Y se arrulla  también  en el zumbido de los aviones jumbo jet

y  se descorazona cuando  algo  rasga el aire

queriendo romperlo tal y como un cristal,  se quiebra desperdigándose al instante

o como una olla  a presión sube el sonido comprimido del vapor. 

Por imposible y lejano este amor con el agua murmura

y entre dientes apretados grita.

De aires montañosos se alimenta.

Entre parajes neblinosos   mantienesé.  

Se gestan  palabras entre vientos  de  lejanos paisajes

rumiando como vaca pastos ilegales.   

Por imposible y distante este amor

murmura al oído y arrolla las distancias

quizá distendiéndolas. 

Tráquea el viento en las orejas

y con el agua de la tierra y la callada voz que clama

este amor es arrojado a gritar tu nombre.   

Y con la abadía de los días,  se alimenta,

se  alimenta  de la tierra y del musgo que la habita.

En silencio se mezclan  vocablos

y de este, surgen infinitos…

 Como infinitos  mundos,  que esperan  veraniegos paseos

para que indómito el abecedario de este amor

se manifieste abierto,  como la palma de mis manos

Si. De este amor en aras de un sueño, 

idealizado quizá, no lo sé…   

No me preguntes si lo sé

¡Qué importa eso ahora!

¡No me fastidies  con eso! 

¿Pero y     acaso agitaras alas y zarparas en rumbos cotidianos hasta llegar al puerto deseado?

Por imposible y lejano se afianza aún más a tu querer  esa constancia.  

Este indeseable sentimiento casi perenne de augustas facetas

 ¿Y cómo   es posible que ría en medio de toneladas  pantanosas arriba   de mi cabeza?

No presumo de nada; solo digo bobadas quizá.   

Pero  esto  sé, que por imposible y lejano a tu enano reino  se afianza con finura.  

Y con finura misma este amor aunque tanto te quiera,  dará  la   espalda trastabillando arriba

de   tu fría cabeza, de azahares caduca.    

Por imposible y lejano,  en  un cajón daré al traste con  este amor,

 y eso,   antes de que  en  ruinas  el  mundo  se derrumbe.  

Y al derrumbarse con todo  y eso,  me  acordaré   de  ti  y  acá yo

y  allá…

Allá la vertiginosa temporada  del tiempo, 

y aquí el agua vadeando entre charcas  de nostalgias  

  BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright


 

martes, 6 de octubre de 2020

Narraciones cortas. La amiga

   


 


(Narraciones) 

                                                         La amistad  

Una mirada entre jovial y cálida; pero llena de curiosidad fue la de la señora victoria aquella noche ; cuando entre   a la habitación de mi amiga Ana;  por encargó de esta , que me pidió  el favor  de que fuera a su casa y entrara a  su recamara,  abriera el  ultimo cajón del chifonier y  que buscara debajo de la ropa doblada y limpia,  una billetera que contenía un dinero,  que sacara una parte y lo otro lo dejara en el mismo sitio.  Al entrar la señora nombrada se encontraba justo allí, casi al borde de la puerta,  pero  dentro de la pieza,  a todo el frente del chifonier, de modo que era imposible que no viera  lo que yo iba a hacer; estaba  sentada con una amiga charlando y riéndose , mientras sostenía un niño en sus rodillas y como digo se me quedó mirando ,  pero al ver la billetera,  un brillo pareció  desprenderse de sus ojos y un intercambio  de miradas muy coloquial y disimulado  entre ambas mujeres  ; que infortunadamente no noté   en ese entonces,  dada  mi inocencia y mi obrar sin malicia alguna; además la señora  parecía,  como de la familia y  tanto la madre como la hija,  parecían confiar mucho en ella y eso fue lo que me perdió, creer  en esa confianza  de estas mujeres hacia esta señora. Por supuesto, ni por un segundo se me paso, que esa mujer iba a ser, motivo  de perdición y en parte motivo de discordia entre mi querida amiga y yo; regrese donde Ana, que  me estaba esperando y le entregué el dinero, tal como ella me  lo  pidiera. Pasaron los días, meses quizá, ya no recuerdo, y por supuesto que sucedieron  miles de cosas entre nosotros, una de ellas fue el distanciamiento;  a ella la había conocido en una academia de taekwondo, me encantaba ese deporte, pero solo llegue a cinturón azul.

 En una de esas tantas prácticas fui a entrenar y allá estaba ella y ya me miraba con que mala carota y ese tal profesor,  un tal  Carlos, me golpeaba  por detrás con un palo, escudándose     en que el entrenamiento era fuerte  y en ese entonces era una estudiante y no tenía un peso para pagar la academia, pero el profesor Octavio,  el director de la escuela me dejaba entrenar gratis y entonces comencé a notar como todos me miraban y me sacaban el cuerpo y muchas  se burlaban de mí. Poco a poco comprendí que ella había regado el cuento  por todas  partes, de que yo era una rata y lo hizo, sin preguntarme nada, sin consultarme acerca de lo sucedido, quizá si lo hubiera hecho,  yo le habría dicho lo de la señora Victoria; pero talvez, tampoco habría creído en mí.

 Por muchas razones,  las cosas llegaron a tan grande   y adversa situación, que un día el novio de esta mujer Ana, me golpeó en el rostro, dejándome que  montón de moretones  en la cara y en un ojo y me llamaba rata inmunda,  mientras  lo hacía.  

Fue todo con tal mala suerte,  que fui a parar a la cárcel y como  justamente  me vino el periodo,  no me quedó  más remedio que  pedirle a esta mujer que me diera unas toallas sanitarias, dado que estaba en una celda sola y sin nadie que me ayudara, solo un  teniente fue a avisarme  de  que esa,  andaba por ahí,  colocando la demanda    ¿Y entonces  saben que me mandó ? Sin envoltura, ni nada,  una tolla suelta y pequeñita. ¿Qué tal?    En ese entonces yo era como muy bobita.  Claro también fui   muy impulsiva. Dado que fui a la casa de esta mujer tratando de hablar con ella, pero ese hombre me lo impidió a golpes.  

 

                                       BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright