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lunes, 6 de marzo de 2017

BESO- VOZ Y POEMA DE BEATRIZ MORALES E.


POSTALES



POSTAL


ILUSIÓN


ALMA DE NIÑO


BUEN CRISTIANO


SOY


domingo, 5 de marzo de 2017

TRES DÍAS



TRES DÍAS
la mujer , se levantó como siempre, para  ir a trabajar en casa de la  patrona , vivía en un  barrio lejos , al otro lado de la ciudad, se quitó la pijama , no tomo los  tragos, lo haría,   cuando  saliera de la  ducha, se metió al baño y quizá, hizo sus necesidades  y después entró a ducharse,  se aferró a la llave,  para abrirla…
  Los vecinos,  no se percataron  de nada ¿Por qué habrían de hacerlo? Poco o  nada les  importaba, nada  les venía;  solo la patrona,  estaba preocupada  y  habían  transcurrido tres días 
 ¿Qué raro?  Berta es muy responsable y  han   transcurrido tres días y nada,  que viene   a trabajar.
Al principio  pensó,   que era una bobería; pero cuando pasaron los tres días  se acordó que Berta vivía sola…
Llamó por teléfono y  este repico y repico y nadie contestó, tendré  que esperarla  o conseguir otra mujer que haga la limpieza. 
Una prima de otra ciudad   llegó a la casa de Berta y toco  y toco  y nadie le abría,  llamó a la patrona,  esta,  dijo,  son tres días , tres días que no viene  y pensó,  llamar a la policía, la policía  solo le dijo,  que  pusiera la denuncia,  por desaparición o que esperara  a ver…
  Por suerte,  un conocido, era bombero  y paso  por allí y le conto y este le dijo;  espérate a ver yo  llamo,  al cuerpo de bomberos,  a ver que  me dicen; ve  hombre,  por ser  vos,  te hacemos el favor, estamos muy ocupados,  para ir a tumbar puertas ; pero como a  las horas llegaron  y   abrieron la puerta; la prima se entró, las luces estaban  encendidas ,  la busco  en todas partes  y el  último sitio, en donde la busco,  fue en el baño , se metió  hasta la ducha y allí  la encontró, desnuda, de pie y aferrada con las dos manos  a la llave ,  sostenida…
Espantada retrocedió  y los hombres  corrieron  hasta allá, Berta estaba de pie,  rígida  aferrada  a la llave  del agua.
Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright


LA PUESTA EN ESCENA. LA PESADILLA

                                       




                              LA PUESTA EN ESCENA.  LA  PESADILLA 

Por amor de Dios Gina ¿Cómo quieres que no te mire? Si acabo de estar contigo. Decía el hombre,  fingiendo  que,  lo  que había sucedido,  obedecía a un acto consensuado, entre Gina  y el.
Junto a la cama, cubierta por una sábana blanca,  para tapar el desorden,  ella reía divertida; al menos eso,  era lo que parecía.
 Pero no, no es así, su hilarismo,   se debía a que no pudo soportar semejante humillación.
Las otras mujeres y el hombre,  que al escuchar los ruidos,  habían subido apresuradamente;   observaban en silencio, eran casi como imágenes sostenidas.
Su hija Carla, se puso de pie,  al oír al hombre,  decir estas palabras; entonces,  para sorpresa de todos, ella, Gina,  se levantó con tanta rapidez, que nadie,  tuvo tiempo de pensar en nada y se lanzó por la ventana.
Tan inesperado fue todo, que nadie pudo tan siquiera evitarlo.
 La ventana,  tenía suaves cortinas blancas como seda. Abajo los carros azuzaban pitando a todo dar, las gentes caminaban amontonadas, presas  de su propio peso.
 Entonces el hombre dijo, el otro, el que estaba allí, sin ser visto ¡Qué espectáculo! Prefirió arder en sus propias llamas, antes de sufrir el oprobio al que fue expuesta.
Su hija,  miró al hombre y pensó, qué extrañas sombras le cubren el rostro. Pero reaccionó,  con rapidez al ver a su madre,  arrojarse por la ventana, intento agarrarla  y presa de la desesperación,  tomó al hombre, al  violador de su madre  y este seguía riendo, en ese momento llegó la policía y Carla   en   forcejeó con él,  y el hombre , el que parecía tener extrañas sombras;  el promotor de todo , el que disfrutaba mirando;  la agarro de las manos  iba a lanzarla  cabeza abajo , pero una  bala, pegó
en sus espaldas  y el agente,  logró salvar  a Carla , que se precipitó escaleras abajo y ya,  era demasiado tarde Gina,  estaba sumergida en una charco de sangre , las mujeres bajaron tras ella,  la  tomaron por la espalda, no querían que viera semejante escena.   En ese instante,  tocaron a la puerta de su apartamento, el cual compartía con su madre, sudorosa  se levantó de la cama,   abrió la puerta;  pensó que era su madre,  que  ya había,  llegado del  trabajo;  y extrañamente,  hay estaba ese hombre,  mirado sarcásticamente;  le traje el pedido dijo ¿ el pedido? Sí, aquí está,  hamburguesas con…
Si está bien,  lo  había olvidado,  démelo, ya le traigo  el dinero;  el hombre miro adentro como desnudándolo  todo;   empujó la puerta;  pero en, ese momento apareció Gina. El hombre la  miro  riendo, y tenía sombras en la cara; es el mismo pensó  Carla; esculcó los bolsillos  de su panty  short  u y le dijo tome, quédese  con el vuelto y tomo a  su madre y la empujó a hacia adentro y cerró en la cara  del  tipo ; desde adentro lo escucho alejarse y su risa estridente; Gina la mira y se encoge  de hombros . Estoy muerta dice y se dispone a irse  a la cama, su habitación  y la ventana,  tenía suaves cortinas blancas como seda…

Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright


EL VIAJE Y LA OBRA

                                                                    
                                                                        

EL VIAJE   Y   LA OBRA
Ella regresó del viaje,  por la  nocturna cuesta del sendero marcado.  Ascendió por la colina y diviso  los valles y  las planicies y a lo lejos,  las ciudades  resplandecientes…
No obstante observó,    que los primeros rayos del  amanecer,  se acercaban;  contrastando  así y  de algún modo,  el verdor de esa tierra,  con el azul,  entrelazado en  tonalidades  rojizo y naranja  de esas horas.
Ella, que siempre se había arropado  con la noche y  vestido con lluvias que  humedecían su lecho; por cierto estaba cubierto de hojas blancas, verdes y rojas, se quedó yaciente por el cansancio y así, la encontró  el sol destructor del medio día, que atravesó sus párpados, dando escandalosamente en su rostro y partiendo sus labios, que quedaron resecos por la exposición a tan bravo fuego y de su garganta reseca,  surgió un grito de sangre y de muerte  ¿O quizá ese grito significaba otra cosa?  Pero aún,  no era posible que eso,  significara vida,  a pesar de eso, de todo; todo era oscuro, muerte,  casi eterna; ya que ella, no se libraba aún,  y en  esa dura batalla  contra la sombra, sombra que  abría  sus fauces para tragársela, Estefanía, supo, que en cualquier monto sobrevendría la dicha; pero hasta este momento, hasta ese entonces, continuaría  oculta en  la  rocosa pared, entrelazada por así decirlo, con la parturienta oscura y ya no habría lugar,  para que una cosa se confundiera con la  otra; ahora ya sabía,  que las dos,  no tendían,  hacia  un mismo fin,  un mismo objetivo; pero ella debía  de ser objetiva,  en ese momento y resguardarse  contra  la innombrable, para así poder perpetuar la vida, la que deseaba,   ya que es  fuente  magnánima ; algo se  lo gritaba  adentro, y de esa magna y sideral quería beber, hasta embriagarse, pero de felicidad, de  alegría, hizo un esfuerzo sobre humano  y se inclinó, quedando sentada y luego se hecho hacia un costado , rodando,  buscando la parte cobijada  por los árboles , allí esperaría  su llegada, pero ya no tenía las manos vacías, estaba buscando, tenía un ideal, como punto de apoyo, entre un sueño volátil y casi etéreo  pero sabía que si lograba fundir espíritu y materia, tal y como se aferra el hueso a la carne, y además intentando, dar la pincelada final, esa que diera un matiz  único, dorado, un  color buscado y no buscado , para así terminar ese cuadro,  esa pintura más significativa, ese ideal, mas no idealizado , porque no era una fantasía, era la realidad ; esa,  que es imperceptible,  al mundo de los sentidos , la que profanos no reconocerían  como tal, porque se hallan constreñidos a lo que está delante de su ojos…
Sí, ella regresó del viaje y tan solo,  para retomar de nuevo el camino, estaba  ya,  en el punto de encuentro  máximo   y comprendió,  que siempre habrá un comenzar de nuevo, un renovarse, un levantarse  de una muerte,  tras otra muerte  y solo se termina para mirar  otra vez  y desde un ángulo diferente . Boca abajo, oculta; así  la encontraría   de nuevo la parturienta   oscura y entonces, se levantó y grito Eureka; si, la lucha es ardua, hay que seguir andando, no me puedo detener  ¿En dónde estará el tesoro que el viejo pirata  robo en alta mar y luego escondió? Lo buscaré se dijo ¿Pero hasta cuándo? ¿ hasta cuándo?     
 Hasta encontrar un punto de apoyo, un punto de apoyo,  entre el tesoro y yo y  y0oooo
Sí,  ese será el punto, que hará, que la pincelada mágica  encuentre ese contraste,  entre la sombra y la luz, entre la noche y el día, entre mi conciencia y yo  ¿y yo?
Y cuando llegó la parturienta,  con sus fauces de loba,  y sus hienas  fulgurantes  de emanaciones podridas  y   de  fétida saliva;   dispuesta a tragarse,   hasta el último  fragmento de la sustancia que emanaba de ella, Estefanía  estaba  ya  de pie,  en lo alto, recreándose con  su obra y  justo,  justo en ese momento,  ya había  trazado  la pincelada  mágica... 
 Y ante el grito de Estefanía,  de ¡Eureka!  No le quedó  más remedio,  que retroceder  disminuida,  por  ese grito, que la  conturbó y la llenó de rabia, pero nada podía  hacer …

 Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright

jueves, 2 de marzo de 2017

POSTAL


POSTAL


LA MUJER LUNA





LA MUJER LUNA

Vea, lo que pasa es que si tocamos ese cablecito de teléfono y luego lo pelamos, nos vamos a  dar cuenta  de cuál es la conversación que se va a dar aquí y  la persona que escuche esa conversación tendrá poder sobre usted. Eso era lo que me decía la mujer que estaba a mí lado, junto a mi cabeza, cerca de mi cuerpo, entonces se reía un poco con mucha alegría porque eso le iba a tocar a ella. ¡Pero qué va! yo no iba a ser tan pendeja, para dejar que robaran mi cablecito de teléfono y sostuve una conversación secreta con alguien que llamo más mi atención, se trataba de una mujer más poderosa, que llegó justo en ese momento.
Era algo así como una maga blanca. De inmediato me atrajo sin siquiera tocarme, de manera tal, que la seguí por toda la ciudad, en ningún momento toco el suelo y se elevaba cada vez más y más alto ascendiendo por entre la neblina gris, que cubría la ciudad. Desde aquí abajo yo la seguía y a mí alrededor todo era caos. No obstante logré elevarme aunque siempre detrás y un poco más abajito, siempre más abajito de ella.
Subimos más arriba, incluso por encima de los edificios. Entonces me dijo; la luna se pondrá roja, al decir esto se elevó más y más, hasta, hasta que al fin llegamos a un lugar muy alto; entonces pensé, de seguro ella va a quedarse en esta ermita. Pero no, no fue así , no porque ante mis ojos se fue convirtiendo en una lucecita muy lejana, lejana y cuando ya estaba a punto de irse para el cielo, se convirtió, en un perrito hecho de rayitos de luna , corrí y corrí tras el perrito  y  aquí  fue  en  donde apareció  una mujer rodeada de mucha luz, muchísima luz  y en tono de mando , pero sin nada de repelencia , me dijo; tráigame ese perrito , que es mío. Así que lo cogí y el perrito lo que hizo fue enroscarse a dormir, se veía tan tierno como un peluchito y le toqué su hocico acariciándolo  y puse  su trompita junto a mi ojo derecho. Comprendí  que la mujer luna, no se quiso ir y se quedó conmigo bajo la forma de un perrito. Cuando ella se iba a ir para el cielo, observé que Dios la estaba esperando para que se fundiera en Él, pero la mujer maga se enredó en una cuerdecita de plata y se devolvió un poquito más abajo y ahí fue en donde se convirtió en un perrito hecho de rayitos de luna.
                                



                                        El perrito
En homenaje a YL
Ocurrió de pronto una noche, hace ya muchas lunas; cuando escuche su voz  hablándome y viendo él,  como yo me recreaba en el perrito, me dijo,  yo hice,  este perrito de un modo descuidado y lo hice del barro de mis dedos…
Pero nunca como una náusea o como algo sucio no…
Sino como aquel peluche vivo,  que exhala ternura y del cual quiero que te recrees,
sin por ello ensalzarte; tú  el hombre cuya superioridad,  no es más grande  que la de este pequeñín,  que se hecha a los pies  y no fue hecho , para que tú lo desdeñes,
Beatriz Elena morales Estrada © Copyright


ASTRID



                                     ASTRID
BOBERÍAS
 RAZONAMIENTOS  FUERA DE TONO Y CON TONO. 


Bueno la verdad  es que acabo de llegar, de hacer una de mis caminatas o rondas o como quieran decir. Pero no, esto está más duro, no me fue nada bien, nadie se hizo tomar  una foto.  Y  a veces se me acerca uno que otro parroquiano,  para saludarme o contarme algo, entre ellos, este personaje de la vida real, Astrid, que me dice hola Beatriz ¿Cómo estás?

Ven  yo te digo algo, vos conoces un viejito que es muy andariego, que vive más  abajito, así, claro que lo conozco, es muy formalito;  y muy enamorado agrega ella, ji, ji, ji, si claro yo lo conozco  ¿Por qué? Pues imagínate,   que ese padre de allí, se puso a decir en el púlpito, que no se juntaran con ese viejo,  porque se mantenía haciéndose  la paja en la calle. No fragües, con que eso dijo, sí imagínate ¿Qué clase de padre es ese? Pero no boba, como te parece,  que yo me subí  al púlpito y le hable a la gente y les dije levanten  la mano el que haya leído, la palabra de Dios y nadie la quiso levantar y yo les dije,  no les de miedo, que de aquí,  nadie los puede echar ¿O es que les da miedo? Qué clase de padre es este,  que se la pasa tomando trago y andando con muchachas a las tres de la mañana?  ¿Oye y cuántos años es que tiene el padre? Yo  no sé,  ese  viejo, no ves que fui a que me pusiera la santa ceniza y me dijo váyase de aquí, no joda tanto y después me llamó y me dijo,  señora venga pues, yo se la pongo; le dije señora, no me diga así, que yo no soy ninguna señora. ¿No te gusta que te digan señora?  No,  me  gusta, es que,  me digan señorita;  aaa  ya;  y ponerme pues cuidado, ese día  yo les dije ¿Qué clase de padre es este?  ¿Cómo se llamó  nuestra primera madre? Pues la virgen María;  aja  ¿Y entonces?  ¿Y quién fue  la virgen María? Pues mija, la Virgen,  fue una sinvergüenza ¿Por qué  dice eso? 
Pues porque,  tuvo un hijo estando soltera, la biblia explica eso, que por obra del espíritu santo, estaba soltera y fue una sinvergüenza.  ¿Y solo por eso fue una sinvergüenza?  Sí, no ves,  que tuvo un hijo estando soltera. Ella fue nuestra primera madre. (Pausa)
 No mija, ese padre es así, yo me la paso peleando con él, y como te parece,  que cuando salió,  toda la gente de la iglesia, hay si iban rajando, yo me los pille y allá adentro,  no quisieron decir nada, hay sí, se quedaron callados. 
Ese padre tiene ese vicio ¿Vos te acordás, cuándo mataron a las mellizas? Ese padre,  era diciendo, que las habían matado,  porque se las comían,  hay en la cancha esos hombres  a las tres de la mañana y ellas,  lo daban por cualquier centavo  y que les daban por delante y por detrás y por eso fue que dijo que no le creyeran a las hijas, porque eran unas putas  y allí fue donde pensé ¿Quién es nuestra primera madre?

Hay Astrid,  vos conversas muy bueno, pero me tengo que ir, tengo que dar de comer a mis animales, mira aquí llevo el cuido, otro día conversamos, suerte chao. Bueno pues, querida que te vaya muy bien.
 A propósito de las mellizas, a ellas las matan y no estoy segura si las dejaron  en la entrada de la iglesia; pero si recuerdo esto y sucedió  hace algunos años, ahora,  no ha vuelto a suceder y se trata de lo siguiente en las horas de la noche mataron a una muchacha y se la tiraron  al ante jardín, a una jardín,  que queda a la entrada de la  iglesia,  al padre Pedro Pablo;  párroco de ese entonces… No se sabe,  si  fue que la violaron o qué; pero  cualquiera que sea ese hecho,  da muestras de la maldad  de los que hicieron  eso.

Y así, hay me la paso a veces, escuchando  algunas pláticas, simples como esta, en todo caso,  el palo no está pa cuchara, que cosa tan fregada.                                               
                                                     
Beatriz Elena reservados © 


     Nota: Astrid,  es una persona que sufre una especie de retardo; aunque es muy avispada.