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lunes, 28 de mayo de 2012

Si yo PuDiera



     

Si yo pudiera como una maga
Como la magia…
Con un  suspiro, como una mano
Como  unicornio
Y con estos brazos míos que tanto te alegraron la vida
Con estas manos que tantas caricias te prodigaron
Con esta cara mía, como de viento
¡Ay!  Si yo   pudiera si
Enternecida  con tus amores
Alcanzarte una estrella
Con estas manos mías como de fuego
Te llevaría conmigo a aquel lugar soñado
De crepúsculos  y de amaneceres  livianos
Sobre tu almohada y sobre la mía
Si yo pudiera alcanzar una estrella
Cumpliría tus sueños que son los míos
Te llevaría conmigo
 De vuelta sin tardanza te traería
De unicornios como un cielo
Y antes que se choquen en los cielos las estrellas
Si, si pudiera te cumpliría tus sueños que son los míos
Pero tengo los puños apretados contra el suelo
Y los dientes tiritando  de frio
Mordiendo los labios de penurias
Y de agonías muere la noche
Y yo no puedo alcanzarte esa estrella…
Y es verdad sin esa estrella no puedo.

                           Beatriz Elena Morales Estrada
 Extraído de mi obrita Silencio de alas;
Todos los derechos registrados

domingo, 27 de mayo de 2012

NOSTALGIAS



                 

                  Casas 



Casas azules y veteadas

Finitas sobre cielos blancos y apagados

Nubes de algodón sobre las montañas que las rodean

La ciudad casi ingrávida esta

Sobre  el asfalto húmedo

Con la mañana  van aumentando las voces y los ruidos

Y siéntese vibrar la vida

Y aquellos que fueron ya no son

Ya no están

Tan solo he quedado yo

 Un horizonte contra un muro y el cielo



               VENTANALES


Ventanales solitarios y vacios, vacuos

Abiertos también como conteniendo el cielo

Sobre y dentro de si

Como esos dos conversando

Conversando horas y horas

Hasta casi alcanzar una estrella

O tal vez no fue así y la estrella los albergo  a los dos

Nos cobijó, si eso fue lo que paso

Y esa criaturilla al amanecer mostrando con un dedo tu casa

Tu casa y tu terraza ¿por qué? Todavía me pregunto porqué

Si,  hay ventanales llenos de sol

Y hay  otros que son  hechos de agua y de sal…

              



               ¿Por qué?



Al acostarme

Y al sentir que  ya no estoy mirando campo abierto

Escucho en el viento un rumor

Si,  me parece a mí quizás

 Eso es lo que creo

Que  son suspiros evocando lo nuestro

Suspiros hechos de fuego

Quizás desde lejos me oyes  intangibles  ecos

O son más que eso, mucho más

También como una hondura, un grito ¿Porqué?

¿Por qué? Estas tardes solitarias y sin ti,

                   ¿Por qué?










              Juramentos


Un inesperado abismo desatado me habita

Honduras a pecho abierto clavada el alma

Y se que te has marchado diciendo adiós como si nada

¡Te entiendo sabes que te entiendo!

Aún en demasía te entiendo y tú lo sabes

Y te escondes  en brazos extraños que te aprisionan

Has caído en sombras, en tormentos ajenos

Ya no son los míos…

Pero aún así, se que no fue vano este amor con juramentos

Con promesas que aún están para cumplirse

Somos tú y yo en lejanías que nos envuelven





                          Nostalgias



Exhalando o inhalando aire

Traspirada de sudor

Y con la respiración a medias, o entrecortada 

Si, es que tormentos de amor viajan a mil velocidades

Allí no más, allí no más, esta la luna y el sol…

Más yo quisiera colocarme de pie

De pie y junto al ventanal elegido y señalado

Más no fui yo quien te eligió

Pero aún así, junto a ti 

Quitarme el sombrero que no uso

Y sentir los besos risueñitos de tus ojos, si…

Allí no más esta tu casa

Tu casa y tu terraza

Pero ya no estas tú…





          Fantasmas



Ventanas solitarias y vacías

Otrora en ellas se sentía la vida,

Se deslizaba por sus pistilos

Antiguos anhelos, fantasmas

Y voces antiguas, elocuentes rasgaban el aire

Soplaban  y esparcían las palabras

Y con ellas anhelos salían de las bocas

Anhelos y añoranzas

En juegos de enamorados

Juegos trascendentes  esquinados

Submundos, cosas que aletean

Y son traídas por el viento

En el alzar el vuelo, los pájaros

Viejos romances hay…





           Amores


Bajo la sombra de un álamo

O de un árbol cualquiera

Sonaban entonces golpecitos

Y envolventes se instalaban

En algún lugar del cuerpo y de los huesos

Y la pasión tornaba se entonces en caricias leves

Como venados corriendo al encuentro de la tarde

Pero también volaban entre los trenes y sus vagones

Y agoreros los pajarillos cantaban

Dichas mías y tuyas que no han pasado

Al menos no para mí

Espero no hayas olvidado las caricias

 Goces que te prodigaron mis amores

Amores como el nuestro contundentes y apócrifos

Pero al fin y al cabo amores son



               Espacios


Esos espacios  yacentes ahora

Antes lugares entre enamorados

En donde ellos se tendían al sol

Ocurrencias de dos que se amaron

Y que ahora  acurrucados se hayan

Tendidos, expuestos  al sol y al agua

Ahora se aproxima la noche

Quedan solo expectros, son fantasmas que viajan

Recónditos quedan y apagados,

Son gestaciones de la memoria…

                         Beatriz Elena Morales Estrada

Extraìdo de mi obrita silencio De Alas
Todos los derechos registrados

martes, 22 de mayo de 2012

VEN A VOLAR





      

 VEN A VOLAR

En el azul y en el alzar el vuelo
                                     
las aves, avecillas y pajaritos
hasta las bestias todas saben y ven
la perfección de Dios
y si estas triste como yo hoy
tu intuición te llevara a cantar
canta conmigo canta, velo a Él
la mera percepción lo mira
en el azul y en el alzar el vuelo
la perfección es Dios y lo más humano también
es el amor, amor, ven canta conmigo ven
veras también lo inesperado
y más allá en el horizonte
cantan las aves, y danzan las hadas
y los sueños entre las nubes se vislumbran
ven canta, canta conmigo canta
no hizo acaso él, el arco iris, su pacto de amor
sí.  es el amor, amor canta, canta conmigo
levanta la cabeza y ya no bajes la mirada
mis letras están aquí es un corazón
vamos, te invito a volar
ya no estés triste como yo
es un día para bailar y cantar
ven canta conmigo, canta
¡Cuántas Flores bellas!
mi corazón se enternece todo
desde lejos las hadas me acompañan
ven a cantar si, canta conmigo nena ven
ven tú, hombre gallardo y alto
ven, ven a cantar conmigo
tu mujer angosta y ancha
todos vengan, vengan ya
en el horizonte esta la luz
rompiéndose la noche esta
hacia un arco iris inmenso va
ven, ven, ven a cantar es el amor, amor
más allá de la noche
ven canta, canta conmigo hoy
ya no estés triste como yo
es el amor, amor, amor
allá en el infinito, aaaaa, siiiiiii                               






Extraído de mi obrita Silencio De Alas
Beatriz Elena reservados © Derechos  todos.


Derecho de autor reservado

miércoles, 2 de mayo de 2012

ACTO NRO 21




                                                                                  
          Acto Nro. 21

Patéticos he insulsos

desconociendo al ser

ellos navegan entre ídolos vanos

y del pensar ni siquiera sospechan

¿para qué?  Se dicen ellos,  los insulsos

porfiados navegan en las palabras

florecimiento de épocas que agonizan

entre sordos gemidos y aullidos de placeres

y de camas, florecimientos maritales viven

gritan patéticos sus deleites






¡Ay!  Exponen  sus gemidos ansiosos de fluidos

pululan entre las palabras y se llaman así mismos

ellos son los vanos, superficies  vacías

en lo estético simulan la belleza

ni siquiera sospechan del desierto

ni de arenas movedizas

solo gritan ¡ay! , ¡Ay!  Quiero más, más

son los ricos, millonarios de palabras

no saben ni que inventar

mientras los pobres lloran, ríen y cantan
y son a su  vez  trabajadores 
camellos de selvas arenosas
hasta capaces de atravesar el ojo de la aguja

estos últimos van de la palabra al verbo

y del verbo a la palabra

en ello ponen acción y movimiento

viven en honduras extremas

y cantan odiseas de gigantes

su verbo es  ética emanando leche de cabras

leche de cabras, esa que es extracto de miel y de olivo

esa que solo se consigue habitando desiertos

extrema dura  de piel curtida, allí los pobres conviven

viven sus amores como pozos de honduras largas y anchas

mueren épocas, transición de un tiempo a otro

ahora aquí, ahora allá, entre los duros de la palabra

no cuadran efemérides de iconos resbaladizos

                               
Beatriz Elena reservados © Derechos  todos.


                                               
Extraído de mi obrita Silencio de Alas
Derecho de autor reservado
Beatriz Elena Morales Estrada Nació en Riusucio (Caldas)
Ha publicado dos libritos: Preámbulo para un nuevo amanecer y Voces de la noche
Editorial Lealon, (Medellín  Colombia)