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martes, 18 de agosto de 2020

A otras



A otras

A  otras,  señor,  a  otras,  señor,  ira a decirles   lo mismo,

exactamente  lo  mismo que me dijo a mí. 

 Las mismas cosas que me dijo….

A otras,  que como lobas o lobeznos  devoraran su carne

 y tragaran su lengua.

A otras,  señor,  a  otras,  señor,   ira a decirles  las mismas cosas,  que me dijo a mí

y merecen que se traguen su lengua y  que se consuman su sangre las lobas y los lobeznos ,

que abundan por doquier así de ordinarios son …

 

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright

Hay días de los días

 



Hay días de los  días

Hay días en que todo te jala,

 en que todo te aprieta,

en que las puertas  te arañan, te chuzan

te retienen o se te meten espinas debajo de  la piel,

hay días  de días , en que se te caen  las ollas y  los platos   se quiebran

hay días en que se te rompen   las uñas  y se te acordona la vida. 

Hay  días en que se te entierran clavos, 

Días  en  los  que se te enredan  cabellos  y los dejas en  las ventanas

y hasta en los aleros de las casas,  hay días , de días en que se te caen las  palabras

 y  caes destartalada sobre la cama.

Hay días de los días,  que son así;  enredados entre  los dientes,

 despilfarrados  en   enredaderas , entre puertas y  ventanas

 entre  escobas y traperas .

hay idas en que los codos,  se golpean y la sopa se derrama,

hay días de los días,

 días así, tan llenos de sol 

o quizá de gotas de  lluvia 

calurosos y estresantes pero tan llenos de vida 

tan llenos de todo...  

BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright

Amor platónico



Amor platónico


Amor platónico, quiero que sepas que te amo, que

te amé y que   siempre te amaré. 

Y no solo con ese  ¡Pum!  ¡Pum!  ¡Pum!

A ti te digo,  a pesar de los años

¡Amor mío! ¡Amor mío!   ¡Amor mío!  

Lo digo a pleno pulmón  y con la boca cerrada

como con  un candando  de silencios. 

Nos vimos muchas veces en el salón de clases

y  pocas veces,  compartimos un café   

y disfrute tu compañía,  eran años dorados

aunque  también llenos de infortunios.

A ti,  te digo,  que deseaba estrecharte entre   mis brazos

con tanto ardor  y habría gustosa recorrido cada uno de los

segmentos de tu cuerpo…

Apretada, muy apretada a tu piel, en un solo latir de aliento. 

A ti; si lees esto,  quiero que sepas, que aun te amo y siempre te amaré; siempre.

Pero si en ese entonces,  esto no pudo ser; porque de haber sido,

 habrían destrozado la casa azul,  de los ensueños…

¿Ahora?  Ahora sí que menos,  porque yo ya renuncié  a las primaveras

¿Y tú? No lo sé; también es cierto que no volví casi  nunca; lo sé, lo sé, 

 pero eso no quiere decir,  que  no te amara, que no te pensara.

 Sigue viniendo  en las noches a los recovecos de mi memoria,

esperaré    por ti , ese  sembrado de lunas,

 ese pequeño oasis de ternura …

 Aun cuándo  siempre será nuestro amor un sueño.

Eso y nada más, nada más…

Aun cuando entre lo cotidiano  estés.

 Y nunca podrán apagar este fulgor de estrellas en el pecho,  aquellos

que quizá,  no quisieron nunca que lo nuestro fuera .

Como  sea; amor mío, amor mío, amor mío,  quiero que sepas que te amo

y  que aun,  en mi pecho vives,   y viveras párpados adentro .

Si.  Por  siempre.

 BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA © Copyright