Entradas populares

lunes, 3 de febrero de 2020



                                                        Desiertos

Y una voz que grita en el desierto;  horizontes lejanos y perdidos en la penumbra. Oquedades craneanas; cúmulos de recuerdos, mi cabeza rodando  en  un soleado paraíso de enjambres de abejas; un tajo de espada me  la arrebató   y ahora la  tengo   perdida; y todo   por culpa de esa asquerosa mujer Herodías y su  hija.  Al mismo tiempo,  siento  y oigo  esos sonidos;   como   gestación de un tren en la memoria, tal como si fuera la  estación última y primera de las cosas;  en donde la partitura del ensueño  y de una  desilusion , que ya no se cantan,  tañen campanas de despedida,  sin despedida; porque el otoño y la primavera permanecen juntos,  juntos   conviven  con los ojos y los párpados hormigueándoles  el cerebro, que destila mariposas y estas,  se elevan sobre tejas y entejados azules; disfrutando el santiamén de unos segundos de rascacielos,  en el paraíso suburbano de las venas y de las sangres; mientras mi cabeza rueda y rueda marginada de lloros y de pesadumbres ajenas,   y la bandeja  ha sido puesta ante sus ojos delirantes; delante del cobarde y vil tirano; que ya no puede volverse atrás.   Dado que sucumbió  ante los encantos del hades,  encarnado en la danza de la tal Salomé y  mientras las copas han sido levantadas y los ignotos disfrutan   de  la libación de la sangre entre sus labios babosos   y  entonces, entonces   cae el telón y   mi cabeza   en aras de la maldad yace,  cual suculento manjar ante los espantados ojos del rey.  

Beatriz Elena Morales Estrada @colprint derechos reservados 

No hay comentarios: