En vano intento retener en mi memoria, los vagos recuerdos de la infancia;
De las azulosas colinas, jardines encantados sólo van quedando mústias imágenes.
Del otrora, ahora imaginado,solo un rostro habitando el vacio...
La metamorfosis del lento ir y venir, va enclaustrando nuestra alma en un simple devenir de cosas
Nos alejamos más del punto donde anclamos;
Y vamos feneciendo en pos carrera de la muerte.
Poco a poco el útero cósmico nos prepara una morada celestial
¿En dónde el sitio aquel? ¿En dónde?
Niñez, heme aquí, ¿pero para que te reclamo ahora
Ahora penumbra somnolienta de mi alma, tenaz, tenaz...
El tiempo desdibuja, lo vuelto a nacer pintado con manos del herrero
Manos y pies en lucha sangrienta.
Con dientes y uñas rotas esforzando mi casa, ahora deletreando palabras
Aún ahora alejada del punto en el que ha anclado mi arca...
Sin futuro posible, un cuerpo en el espacio sorteando peligros.
Desdibujase el tiempo aquel, al igual que el de ahora;
Quizás el tiempo es el mismo...
¿En dónde lo aprendido? madera fundida, madera que se pierde...
Oro en el crisol, vacío, totalidad de una alma rebosante;
Y nada, de manos y de pies atada, solo eso...
¿Más qué puedo hacer? pregunto, pregunto y pregunto...
Una y otra vez,salta la pregunta sobre el borde del acantilado
Rostro sobre la arena, aún no termino de desdibujarme, aún no concluye su obra.
Beatriz Elena Morales Estrada (Yocasta Marin)
Poemita extraido del librito Preambulo para un nuevo amanecer de Beatriz Elena Morales E; públicado por la editorial Lealón,Medellín, febrero de 1993. Versión renovada
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