LA MUJER DE NEGRO
(Historias de mama grande)
Cierta mañana en un pueblo;
relata mi madre, que estando muy pequeña,
sucedió algo, que la dejó impactada y resulta, que unas parientes de
ella, que vivían en una casa, que tenía
en la parte trasera, una ventana que
daba a un precipicio y esa parte era
bastante alta, y abajo pasaba una quebrada
y mientras, que la entrada principal,
si daba a una calle, un poco falduda, pero normal y resulta, que la tía mayor,
salía de viaje esa mañana, no eran, sino
la tía y otra hermana, no sé, a ciencia cierta, si era hermana, hija o sobrina; el caso es que, mientras la mayor, salía de viaje, la otra, se quedó dormida y la tía, empaco un maleta
con sus cosas y salió y se fue …
Vea, lo que pasa, es que esas casas, como que fueron construidas en un barranco,
dice mi mamá, que para ese entonces, era
muy niñita; en cuanto se fue la tía; la
que estaba acostada, vio sintió y oyó, a
una mujer vestida de negro, con zapatos de tacón; muy hermosa es que, era entrarse por la ventana esa y que, con una mirada llena de dulzura, le sonrió y se acercó hasta su cama, muy cerca de su cara, como si quisiera
cerciorarse de que si, la estuviera mirando y sin medir palabra, de inmediato, se ocupó en arreglar la cocina,
lavó los platos y dejo la cocina impecable
y la miraba desde allá y le sonreía y a continuación barrió la casa y debajo de la cama y organizó las pantuflas y
los zapatos, que dizque, todo quedo muy
ordenadito. Y resulta, que como a la
hora, la tía, que estaba en la terminal
de buses, se acordó, que se le habían quedado unas bolsas de ropa,
ya que, eran comerciantes y toco la
puerta y tocaba y nadie le abría y ya cansada y preocupada de tanto tocar, llamó
a unos vecinos, y entre todos tumbaron la puerta y como
le parece, que se fue para la cama y la encontró con los ojos abiertos y con la
lengua trabada y que le preguntaba cosas y ella le movía los ojos, intentaba hablar, pero no podía y hacía así, mmm,
con los labios, que los tenía pegados,
apretados y eso,
tuvieron, que llamar a un doctor
y la tía le preguntaba, que podía ser eso, tan raro
y el matasanos, en ese entonces,
como que les decían así, le respondía que no sabía; lo que le pasaba, que era posible, que hubiese,
tenido una experiencia muy, muy
fuerte, algo, que la impresionó fe tal
manera, que la llevó a quedar en estado de shock y que había,
que darle tiempo a que reaccionara.
La médico y después de tres días, fue reaccionando,
hasta que contó, lo que le había acaecido y la tía cuando llegó,
si encontró todo en su sitio…
Y eso, fue,
lo que nos dijo mamá, que había pasado en ese entonces.
Beatriz Elena
Morales Estrada© Copyright
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