Y esperamos entonces, que un ángel se agache, para peinar los cabellos y que la luna, se acueste dormida, en el esplendor de la
noche y entonces, te enviaré ese mismo
ángel, para que entone canciones a tu
oído, como una cuna de amor y si lloran los ojos y si lloran de pronto
los ojos, que otro ángel venga y te seque las lágrimas y rían las risas, las
risas que ríen en el alma y canten los coros,
los coros que cantan en el alma
y entonces , caminaré,
caminaras, entre un jardín de veradas de flores ,
girasoles y margaritas y se
revivirán veranos, entreverados
con lluvias y la
lluvia será un ángel, que me abra los ojos y que no me deje sola, sola,
ya nunca jamás y que encienda de amor las
rosas en la noche y tiriten las
estrellas, como temblando de amor y tiriten las estrellas, como temblando de amor y en un
susurro, el viento acaricie tu pelo y se allegue , junto a tu pecho, para así
escuchar los suspiros, que se
escapan de pronto, en un silencio colosal,
que se gesta en el aire…
Beatriz Elena
Morales E©
No hay comentarios:
Publicar un comentario