NATACHA
Trajeron el cuerpo y lo pusieron ahí, en la sala; era como si
yo, me viera a mí misma desangrada y febril y como si, una niña pequeña,
llorara, llorara en mi interior.
Y como si, desde un rincón estuviera mirando…
Mirando todo ese cuerpo, tan grande y que tenía un corazón, con
un enorme hueco sangrando adentro, manando sangre roja y púrpura…
Allí, todo el tiempo agazapada, oculta y aun, de mi misma,
estuve observando todo. Si, incluso, vi a quienes, vinieron a ponerlo; eran
todas, unas fantasías desgarradoras de mi misma…
Eran hombres y mujeres del sueño, eran fantasmas, que tenía
caras de dolor, de indiferencia y hasta de sarcasmo, creo…
Y hay estaba yo, sentenciada a tener ese cuerpo, expuesto a la
más terrible desolación.
¿Pero quién rayos es? ¿Quién es ese cuerpo?
¿Qué hace aquí ese cuerpo huérfano y desventurado y tiritando de
frío?
Yo no lo puedo creer, no, nooo; me niego a aceptar, que ese
cuerpo me incrimine a mí; sí a mí…
Les aseguro que yo, no tengo que ver con ese asunto, no, no para
nada
yo solo soy un ser huérfano, carente, alguien que descubrió, que
no tuvo padre, ni madre;
una más, de las tantas criaturas, náufragos abandonados, un ser
extraterrestre, criatura dejada y expuesta a la brava mar de la existencia
¿Pero y ese cuerpo?
Les juro, que yo no sé, ni a quién pertenece; se los juro y ahí,
está expuesto y a la vista de quien lo quiera mirar…
Sí. Porque, es que está en la sala ¿Qué será? ¿Qué se sabrá?
Pero yo lo espío, oculta desde el rincón, en donde nadie, nadie
me puede ver.
Yo Natacha, un ser venido de la luz y que se formó,
alimentándose de partículas finitas; pero que está hambreado y sediento, quero
beber agua, pero no puedo pasar.
El cuerpo, no me deja y yo, yo Natacha, estoy a punto de
explotar....
Beatriz Elena Morales Estrada©
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