SOÑANDO
Soñando,
soñé que me soñabas y en ese sueño tuyo y mío; llenoso de guirnaldas el paisaje…
Y entonces, cayeron soles, sobre la yerba fresca, del ensueño.
Soñando,
soñé que me querías y debido a eso,
logre atrapar pájaros en la noche. Y al amanecer sentí, que besabas a mi
frente. Y una rana croo, sobre la luna que se puso.
Fue tan bueno soñar contigo, que no me
di cuenta, que fue solo un ensueño…
Y no quería despertar, porque si lo
hacía; era como, si me estallara, una
bomba de agua entre las sienes, o como si alguien, me
lanzara una piedra.
Y sucedió entonces, que me despertó, el sonido de una puerta laberíntica y no
quería entrar, ni salir, por esa puerta,
solo quera seguir soñando, que me
amabas y así las cosas,
volverías a mi sueño,
para besar de nuevo a mi
frente y a mis mejillas
pálidas.
Seguir soñando, era lo que quería, ya demasiados sueños, hay en el mundo; pero el mío, era único, sí, porque es, mi sueño y no el tuyo.
Y ahí fue, ahí fue, que sucedió,
lo más inesperado, sucedió, que un temporal, se desató en el vientre de
las cosas…
¡Ay! es tan corto el amor y tan largo el
olvido. Fue tan corto, porque fue un
sueño y tan largo porque tu no
estabas.
Y ese sueño, me dejo toda ensopada; porque fue, que cayó la lluvia, sobre un verde prado de nostalgias y yo tenía
quince años y tú tenías; muchos más y yo soñando, soñé
que me querías.
Pero tú estabas, en otra cama y yo, me quede canturreando una canción…
Beatriz Elena Morales
Estrada ©
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