APRENDIENDO A
AMAR
La humanidad, o al menos la mayor parte de ella, es una humanidad cruel; aunque es
factible que una mínima parte de esa
gran mayoría, este tratando de
cambiar o al menos están tomando
consciencia, que debemos aprender a amar…
Y es que en los hogares, en la familia, en la casa, en el quinde, en el colegio, en la universidad; hoy mañana
y siempre debemos, el intentar aprender
a amar. ¿Por qué? Porque es la única manera que tenemos de
sobrevivir; ¿Para que? Para garantizar la continuidad de la raza humana como
tal; ¿Solo por eso? No solo por eso, sino por muchas otras razones, que deberíamos tener en cuenta. Por el momento
vamos solo a hablar un poquitín de la
que ya hemos citado. ¿Qué nos puede salvar?
Nos puede salvar el amor; porque es que el amor, es la única razón y motivo de que estemos
aquí, en esta planeta tierra, en este universo;
¡no hombre que va! , es que yo,
nada tengo que agradecer; ¿Cuál amor? Sera el decir, del que todavía no
ha visto, del que todavía no se le han abierto los ojos; pero si, es eso, eso es lo que el ser creador por excelencia
nos ha querido decir siempre, siempre.
En el mundo entero,
casi a diario, a cada segundo, habremos de ver, casos de desamor, de indiferencia, de crueldad y
más aún de sevicia. Hace unas semanas
atrás; iba caminando, por una de las
calles de un conocido barrio de mi lugar; cuando de repente, mire hacia un lado y vi; al pie de una puerta
y tratando de entrar a un gato negro,
que la empujaba, con sus manitas; pero nadie le abría, así que
me dirigí, hacia donde el, y vi que
sangraba por boca y nariz, de inmediato y sin pensarlo, lo acaricie el lomo y
la cabecita, con mucha delicadeza y el
pobre animalito, esta a punto de
desmadejarse. Toque la puerta con premura que se abrió de inmediato pero de
ladito, el gatito aprovecho para entrar
y la señora lo saco con el pie, lo hiso varias veces; le dije; el gato
esta aporreado y quiere entrar ¿porque no lo deja? Porque ese gato, no es de
aquí, y si no es suyo, ¿porque
justamente esta a su puerta? No
respondió, nada y guardo silencio; al
ver callada, le dije al menos, tráigame
agua para darle; me trajo agua en un
vaso plástico y cerro de nuevo con premura. Me dio tanta tristeza, por el gatito, quería, entrar y morir, en lo que cree esa su casa;
sin dudas el vivía allí, y considera a ese lugar su hogar pero… Las lagrimas me escurrían; puse mi
mano, es su cabecita y el, ya no aguanto mas, se acostó de lado, lo sobe, mientras le hablaba
cosas y le pedí,
perdón en nombre, de cristo, por esa bestialidad, desprecio e indiferencia, por lo que habían cometido en su contra. El, pobre animalito, estaba reventado por dentro, no había, nada que hacer. En el último segundo, el
gatito levanto la cabeza, la manito y zúas golpeó el vaso, que cayó al suelo,
derramando el agua. Es esta parte, de la
humanidad de la que yo, no quisiera saber, más…
Pude ver, sentir, el dolor, la impotencia, la frustración,
la rabia, el desamor, la desolación , el desprecio, la indiferencia, en una
palabra, la negación de quienes el amaba…
¡Que triste! ¡Que triste! ¡Que triste!
Que Dios nos perdone…
En Colombia, deberían
existir leyes para penalizar, a quienes
tan ex brutamente maltratan, a los más pequeños, débiles e indefensos.
En el mundo entero debería enseñarse a amar, desde temprana
edad… Si desde muy temprana, edad, si
desde el vientre de la madre. No somos los únicos, todo nuestro entorno, los
animales, todo, juega un papel
importante, en nuestro desarrollo
cognitivo, en nuestra supervivencia, como individuos, como humanos,
dotados de sentimientos y de
razón.
Beatriz Elena reservados © Derechos todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario