Memorias que arrastran
Arrastrando memorias como ramas van pasos.
Ellas son el
árbol en donde un pájaro reposa
cantando con suavidad
mientras
alguien se apresuran entre la yerba, suena, se oye agitado.
Sus pasos
parecen fuertes y vitales…
El pájaro que ha posado en la rama se balancea, se
balancea
como en la levedad de un sueño, auscultando el horizonte.
Mientras los pasos de ese alguien, lo empujan
hacia adelante, como si en lugar
de arrastrase quisiera volar…
En vez de arrastrarse
alzarse quisiera.
Pero no ha
visto al pájaro aún….
¿De quién huira me pregunto?
Mientras
se le escucha
jadeando, jadeante.
Sus pies hacia
adelante, hacia adelante, siempre
y la rama del
árbol, que se estremece con el viento
se ha hecho más alta,
mucho más alta.
Incluso, hasta
una nube se ha puesto sobre ella
es tanto
así que
hasta parece haberla absorbido.
O es al
contrario, quizá.
Y la respiración, de quien hasta ese momento, se había
arrastrado entre la yerba, parece hacerse más fuerte.
Parece como si levantara los brazos.
Y los talones de sus pies lo jalonarán, empujándolo hacia arriba
en tanto la
nube ha ido haciéndose más grande y pareciera ser,
que unos dedos
extendidos, pintaran paisajes bañados en azules , amarillos, verdes rosados …
Todo se ha ido
juntando como en una reunión de
sortilegios eternos
Es entonces cuando el viajero descubre al pájaro
la ave le mira y al hacerlo este se ve cubierto por alas
¡Ay! De las memorias que
se olvidan
Beatriz Elena Morales
Estrada©Copyright.
Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright
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