Evocaciones
Mis ojos, dos corpúsculos
en largas noches de aciagas horas
Son aciagos los segundos y los minuteros del reloj en su loco
tic tac
Dos estrellas taciturnas velan el cielo en donde solo yo
pernocto
Más no estas tu y soy una barca a la deriva
Son rutilantes las
luces de neòn, efemérides oscuras
Y mi corazón estrella estrellada junto al muro de ladrillo
Cuyos recovecos se ven expuestos al sol y al agua
Soy un soliloquio de pasiones y de palabras ascendidas
Las brujas malas merodean en mi camino y yo oscilo
Por esquivarlas entre
tus pasos y los míos por avenidas estériles
En donde ellas habitan y te convidan a que las abraces
Son brujas, maquiavélicas y sus brazos son pulpos agonizantes
Brujas son, aunque tú no veas sus desdentadas bocas
Sus garabutadas manos, sus huesudas garras
Pero mis dos corpúsculos meridianos eternos
Vadean entre lluvias y soles
Infinitas finitas y
titilantes son las gotas que manan en su caída
Son pozos de aguas en donde saltan palabras como manos
abiertas
Honduras silenciosas,
de cavidades como pechos de suspiros
Purpuro en su agonía
de vida, respiros de vientos
En enredaderas de tristezas subidas como escaleras tocan
sueños
Las nubes ascienden y descienden
Somos tú y yo en briznas de fuego etéreo
Pero corpúsculos mis ojos ínfimos miran
Miran y en tu camino
mis pasos y tus pasos
Si, no hay duda son aciagos
los segundos
Solo atraviesa mi pecho con tu mano
Y allí encontraras vacios, vacios
Vacios, como un espacio sin fondo…
Beatriz Elena Morales Estrada
Esta obra esta registrada en la unidad administrativa de
derecho de autor
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