VASTEDAD
Ahora
un cielo azul, una vastedad de estrellas
parpadeantes
asombrado
ante la inmensidad, mi corazón se
postra como un temblor
y fuimos miradas esparcidas en la noche…
Y eso
me recuerda, que yo, estoy afuera y anhelante de dichas
pero ante, ese estanque azul , pozo profano y ancho
mi alma, en congoja infinita siéntese tan sola…
Quizás
no soy como tú, o como aquel otro y sé,
que no oíste mi llanto, en permanente evacuación hacia la mar…
Y mi
fe, no pérdida, me sostiene con esperanza,
mientras
sé, que lloran niños en las aceras
y el
llanto mío, broto de adentro ,
y el pecho siéntese atravesado, como por una espada
lejos
de ti y de todo, soy una congoja que no
ríe
una congoja, cuya
fibra misma en el dolor
y se
esparcieron sueños, se
volaron por entejados y sobre edificios
grises
de
ciudades ausentes , y caló el frío en
los huesos
y en
la memoria, no se perdieron los recuerdos
una
inmensidad, la bóveda celeste,
un
vacío adentro se siente
quizá,
hasta un enorme hueco
tú no
eres como yo…
No
ves, lo que mis ojos ven, no sientes, lo que
yo siento
quizá,
estoy
afuera de ti y de todos y de todo
viviendo,
un tiempo que no es el mío..
es
posible que solo sea , un ser surrealista y nada mas
he
ansiado a mi vez , el mana que cae del
cielo
y he esperado el tiempo de las vacas gordas
y se
me agrietaron los labios, como desierto
y se
anudo un nudo en la garganta
esperaba ver caer,
la lluvia en mi ventana
mas
solo, veo un cactus …
Y ese
cielo azul y de noche las estrellas
y mi
ser, en una congoja
y mi
alma, vastedad finita de las cosas…
Beatriz Elena Morales estrada © Copyright
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