Entradas populares

lunes, 20 de julio de 2020

SILLAS BLANCAS


                                                      



                                                     SILLAS BLANCAS

Has tenido que adecuarte para esto.   Así que te has sentado frente  a unas sillas blancas, 
que incluso  podrían tener colores diferentes , ser coloridas , pero lo que tienen cada una de ellas,   es un letrero que dice; no sentarse.
 Pero yo me he sentado frente a las sillas blancas  y solitarias; mientras que arriba  recovecos de paredes, puertas y ventanas  dejan translucir    la luz  y así la vida,  va y viene,  viene y se va  como la respiración,  como el agua  esparcida  en las instancias   secretas ,  como los ojos que el cuerpo  traga,  hacia adentro,   siempre  hacia adentro y  a su vez hacía,  arriba en un giro lento de despedidas , como naciendo a otros  haberes,   que lo despojan de  vestiduras, como rasgando los lazos apretados de la existencia …
 Como un irse de  dejando  aún más solitarias las salas,  las puertas y las ventanas de las casas.  Dejando un vacío insomne  y desamparado de presencias.  Sí. Adentro,  naciendo  hacia un afuera,  que no se ve, pero que se capta  en  formas inesperadas  y   elocuentes en expresiones desbordadas de dedos, de   gotas que se hacen translucidas y lejanas, sin voz, sin pies hasta convertirse en vientos y murmullos de memorias…   
Y  si,   dialogo con las sillas,  que en este momento,  en este solo instante,  son mis compañeras.
Piedras hacen tropezar por doquier,  semblantes apurados  de pasos,  en frente de ellos árboles que se doblan  y caen derrotados. 
Caen,   otros se levantan y hay mudanzas de faz  y todo esto, solo es una señal de renovación.   Indagan,  preguntan  acerca de renovados  ardores. 
Susurran los silencios  como recintos y un sol  indeciso,  asoma como alegre, como breve estimulo,  que el tiempo orfebre de pieles,   establece como por una medida inexorable  de catarsis  en la memoria. 
Como insignificancias que se vuelven volátiles,  en alas o sobre alas frágiles de ensoñaciones y quizá,   hasta de bagatelas,  que se hacen  prioritarias en el aire  y son elevadas,  esparcidas en la suavidad  del viento.  Lo prioritario  se convierte o es convertido  en algo rutinario,   por los buitres que vadean en las butacas de las burocracias ineficaces  de procesos de nada.  Amén.
Si converso con las sillas    y estoy bien en el diálogo incesante  de las cosas. Es la voz secreta que indaga  y se pregunta, que acompaña…
Estoy bien como  espero que también, por allá, la noche trascienda sin ninguna novedad.


No hay comentarios: