DICTATORIALES
De rodillas los
marginados viven y si rezan, si oran; los que
se creen sublimes, los aplastan con las
risotadas, de sus mentiras.
De rodillas los que
se creen sublimes; viven adorando al
dios sistema y el sistema es una serpiente astuta, que levanta su cabeza, de vez a en vez; de segundo a segundo… Cuya
cola, esconde el maquiavélico veneno que
subyuga y amasija cráneos y los constriñe; quizás las mordeduras de la serpiente tengan al fin, un final feliz, para aquellos a quien ha inyectado su mortal sustancia…
No me quedaré velando la sombra, no me quedare a la entrada de las
puertas del sepulcro; no, no;
no me quedare, para ver como los muertos, se apiñan en las entradas de los burdeles, en
donde los gobernantes izan bandera de mentiras, de risotadas dadas a
la espalda, como dardos de hipocresías e
infamias… Criptas de oscuridades sin fin. No me quedaré para ver, como los que manipulan, los cerebros y los dejan sedados al punto, de caer borrachos en las esquinas; en donde las cosas se quedan empezadas… Pisotean
cabezas y las aplastan. Me iré camino hacia alta mar, mas no
querré ahogarme, quizás debería aprender
de mi maestro a caminar serena sobre las tempestades…
Pero la serpiente mayor, ruge metiendo
miedo y comiendo los sesos de los que gobiernan y sobre de ellos
lambisquea sus caras sonrientes de deseos como poderes, pero en cuanto pueda,
terminar devorándoselos; solo los
usa, para que se apiñen en sus filas y
en sus veredictos dictatoriales…
Beatriz Elena reservados © Derechos todos
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