Entradas populares

lunes, 28 de septiembre de 2020

Mamá




Mamá


Si al habitar habitas el cielo
que de tanto amar se nombra
tú lo nombrabas, madre mía
tus manitas en el deleite de cantar a lo sagrado
y al amar  ser fraternal.
Subiste a tu última morada
¡Ay tú! Heroína de carne y hueso
mujer de soliloquios eternos
se reventó tu resistencia
y no pudiste más…
tu cuerpo ya no pudo más
los años en la tierra pesan
aguantaste lo más que pudiste
pero tu cuerpo y alma tan cansados
se cerraron tus ojos, tus ojitos madre mía
y se desbordaron en aguas los cielos
era tiempo de luna creciente,  
la luna y la estrella en el cielo palpan
cerraban el ciclo de tu partida los astros
y al mismo tiempo, otro se abría.  
Se nos fue una mamá
se fue mi mamá…
De tu regazo yo era tu niña consentida
se nos fue una matrona, una señorona
de mano generosa y abierta
quien visitó tu casa, nunca se fue con el estómago vacío
mujer de días piadosos
y de múltiples sufrimientos
tu amor de madre rebasó las expectativas
al entregarte con tanto sacrificio
tu; mujer humilde y sencilla
eras de la casa, la donante
y por tus hijos todo, todo diste
en un darte mamá, con corazón limpio
huérfanos tus hijos, huérfana la madre
y de padre y madre tu rol ejemplar fue
huérfana y traicionada la mujer y esposa
sola y deshabitada quedaste cuando él se fue
el amor de tu vida te abandonó
te dejo con muchos hijos
y luchaste para sacarlos adelante
y en tu tibia vejez te preocupabas tanto
y aun creías que tus hijitos
eran pequeños niños
que aguantaban hambre
te sentías tan sola, pese al cuidado de tus hijas
te visitaron los ángeles
tu pieza se llenó de ellos
meses antes de morir dijiste
¡Muchachas! Llamando; la pieza se llenó de ángeles
ellos, orfebres de tu partida y de tu llegada al otro lado
mamá  ¡Cuánto lo siento!   ¡Lo siento tanto!  
No haber estado contigo, en tus últimos segundos
allá, en ese frío hospital. 
En donde están tan habituados a la muerte
que es difícil ya, que algo los conmueva
¡Oh tu mamá! Heroína de carne y hueso
sufrida en tu más hondo sentir
en esas soledades de tu infancia
luego, en esos potreros del tabor y de medina
¡Oh tu mamá! Heroína de carne y hueso.


Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright


No hay comentarios: