CALLADA
Callada habitas el sueño de la infancia
más allá el ruido estaciona y gestualiza en rostros
la algarabía sin sentido o con sentido de las cosas
necesario era, que oyeras ese nudo tumultuoso
ese remolino que rige la imparable rueda del mundo
la lejana orfebrería de barro, el sembrado de yuca
las manos del padre escarbando la tierra
la gallina cloaca y la madre el patio limpiando
el ruido de la escoba sobre el árido y empedrado suelo
la soledad de la mama en su mirada
y el agua cayendo sobre el lavadero de piedra
el padre ausente, su mirada apoltronada en la melancolía
dulce mirada que a mi corazón embriaga
infancia en decires callada…
Tú que en tu constancia de mirar y mirar, mirando;
logras doblar al cielo, de tanto llanto
que lelo contempla, contempla tu templo…
¡Oh bien amado bien! ¡ bien amado bien!
¡Que de rosas sin espinas tu corazón se agita!
los sonidos contienen el ruido del mundo
hay rumores por tanto de una arboleda
hay rumores de una fuente, alrededor del patio trasero
dicen de una arboleda que está empezando a ser sombra
y que detrás de la luna, se esconde una luna nueva
y que detrás del sol, se esconde un sol nuevo
¿Y acaso lo nombrado?
¿Y sabes tú qué está detrás del tiempo?
¿Está acaso lo no nombrado?
¿Y si la fuente se rompe?
¿Y si su rotura es tan grande?
¿Que comienza a brotar, hacia arriba como un inmenso mar ?
hay rumores de una fuente cristalina, detrás del patio trasero
hay rumores de una arboleda haciendo sombra a la arboleda
hay rumores de una luna y de un sol nuevo
¡OH! ¡BIEN AMADO! ¡BIEN AMADO BIEN¡
El bien de la infancia, pese al doloroso estar
tiempos de joyas invaluables
amoroso recuerdo que gestualiza en rostros
las morenas manos del padre
la entrañable mirada de la madre sola y abandonada
el agua cayendo de la montaña
su sonido entre las cañas
el tibio arropar de la sombra que ahora yace
y el abrazo de la mamá en su último suspiro
su voz llamándome
aposentada bajo un corazón que la retiene
Callada habitas el sueño de la infancia
más allá el ruido estaciona y gestualiza en rostros
la algarabía sin sentido o con sentido de las cosas
necesario era, que oyeras ese nudo tumultuoso
ese remolino que rige la imparable rueda del mundo
la lejana orfebrería de barro, el sembrado de yuca
las manos del padre escarbando la tierra
la gallina cloaca y la madre el patio limpiando
el ruido de la escoba sobre el árido y empedrado suelo
la soledad de la mama en su mirada
y el agua cayendo sobre el lavadero de piedra
el padre ausente, su mirada apoltronada en la melancolía
dulce mirada que a mi corazón embriaga
infancia en decires callada…
Tú que en tu constancia de mirar y mirar, mirando;
logras doblar al cielo, de tanto llanto
que lelo contempla, contempla tu templo…
¡Oh bien amado bien! ¡ bien amado bien!
¡Que de rosas sin espinas tu corazón se agita!
los sonidos contienen el ruido del mundo
hay rumores por tanto de una arboleda
hay rumores de una fuente, alrededor del patio trasero
dicen de una arboleda que está empezando a ser sombra
y que detrás de la luna, se esconde una luna nueva
y que detrás del sol, se esconde un sol nuevo
¿Y acaso lo nombrado?
¿Y sabes tú qué está detrás del tiempo?
¿Está acaso lo no nombrado?
¿Y si la fuente se rompe?
¿Y si su rotura es tan grande?
¿Que comienza a brotar, hacia arriba como un inmenso mar ?
hay rumores de una fuente cristalina, detrás del patio trasero
hay rumores de una arboleda haciendo sombra a la arboleda
hay rumores de una luna y de un sol nuevo
¡OH! ¡BIEN AMADO! ¡BIEN AMADO BIEN¡
El bien de la infancia, pese al doloroso estar
tiempos de joyas invaluables
amoroso recuerdo que gestualiza en rostros
las morenas manos del padre
la entrañable mirada de la madre sola y abandonada
el agua cayendo de la montaña
su sonido entre las cañas
el tibio arropar de la sombra que ahora yace
y el abrazo de la mamá en su último suspiro
su voz llamándome
aposentada bajo un corazón que la retiene
@BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA
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