ARLEQUIN

                                                         ARLEQUIN

Y la muchacha maniquí piensa;  debo lucir tan bella, tan bella, hasta parecer una modelo.  Muchacha maniquí pensando ¡Hum!

Y tú eres un arlequín y  de repente te ves caminando y te sientes tan sola, tan sola, saltas entonces como un saltimbanqui y luego recuerdas que todos te dicen sonríe,  sonríe y unos hombres pasan por tu lado, y le sonríen a la muchacha y la desnudan con la mirada.

Y ella se voltea y te ve, te ve a t i, que vas  caminando detrás suyo y al verte se espanta ; tan fea y tan rara, no seré como ella jamás;  tú lo notas,  porque te ha mirado de una forma tan despectiva.

Y sigues caminando y piensas en la tonta muchacha, hecha a imagen y semejanza de la idiotez establecida como tal; y te preguntas ¿En dónde estará su verdadero yo?

Y avanzas y continuas pensando, todo está conectado, todo interactúa, lo uno es tangible pero solo se ve, si miras hacia adentro.

Y pasan de nuevo otros hombres y van hablando entre si y dicen cosas como estas; nada como estar encima de una vieja, eso es lo máximo, la único real.  ¿Pero por qué algunos solo piensan que  la realidad es solo eso?

Y la muchacha que parece un maniquí, menea la cola más coqueta que nunca como si vendiera algo ¿Será?

Dejas que se aleje por otro camino, la superflua, tonta y gritas ¡Oh Dios!. ¿Es que así somos de mediocres?

Dios di cuál es la verdadera realidad del mundo? Entonces ves  un grupo de muchachos y de muchachas y todos son tan iguales, la misma mirada, sonríen y sonríen, al estilo maniquí y al verlos, piensas y sientes que son tan obsoletos, tan obsoletos ¡Ba!  Si,  al menos viera pasar esquimales  y enanos balanceándose sobre las cuerdas mojadas de la energía.

¿Entonces te preguntas; ¿en verdad vale la pena salvar el bosque? ¿O debes dejar que lo destruyan?

Hay, si al menos vinieran los hombres del Himalaya calvos y extraños y los tontos e imbéciles dejarán de sonreír; son tan postizos; es que lo hacen de una forma tan mecánica.

Entonces piensas;  pero cuando en verdad sea necesario que lo hagan ni Mandrake el mago los podrá hacer sonreír.

Seres tan naturales como los animales, tan espontáneos como los niños ¿Qué se habrán hecho?

¿Porque somos así?  ¡Mierda!

 Y gritas ¡Por dios! 

Quiero seguir siendo como soy...

Beatriz Elena Morales Estrada©.