¡Oh patria!
Un Fraguar de lunas infinitas, en tu andar de tiempos y
veredas
En veredas y en tiempo de ciudades.
¡Ya veremos Patria!
Tú que has sido desangrada en mil batallas
Perenne ahora, parecieras permanecer
Más ¡Oh! ¿Quién es aquel que vendrá a rescatarte?
¿A dónde está el señor de señores,
del cual dices tú, ser pretendiente?
Más Él te reclama como esposa
Ve a buscarlo ahora, no sea que perezcas,
como impío
¡Oh! Patria tú no serás perenne, en tanto, a él, no vuelvas tu augusta cabellera.
Antaño has sido esclavizada,
una parte de ti, lo ha olvidado y aún más
¡Oh Patria!
Tú no eres muda y tampoco eres una bandera vana, ni en vano ha sido tu lucha.
Tu clamor de los clamores, escuchado ha sido
Atenta estés a su llamado.
¡Patria! ¡Oh Patria!
¡Tú! ¡Patria! Si, tú.
Mantén tu fe.
Se firme como soldado, en pie
de bandera
Y mácula se mantenga la daga de tu corazón. Sí.
¡Oh patria! Ahora no te desplomes
Mantén tu pie firme.
¡Oh patria! Sí.
Eres tú de aromas infinitas
Conjunto de estrellas en la noche
Tierra plana a
veces, valle; montaña; cordillera y más
Cadenciosa y
silenciosa vas.
Eres sol, sombra,
luna en los silentes, flameante espada, peregrina estrella Escudo y candil, y aun así,
la delicadeza de tus valles y montañas ondea trémula y a la vez con la firmeza,
del que avanza, llevando entre su
manos, la bandera de la libertad.
¡Bendita sea la valentía!
Que no te deje caer,
cuando la lucha se agriete aún más
Eres escudo y tu
candil horno
¡Oh patria!
Sí.
Pero recuerda permanecer
bajo su sombra
Con el fuego encendido,
como virgen en celo
Con las manos levantadas, hacia Él
Esa es tu espada de la verdad.
Sí
No lo dejéis apagar
Beatriz Elena Morales@ Estrada
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