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martes, 29 de noviembre de 2016

TRES POEMAS


    Caín
Te he mirado en la luna
te he  mirado en la montaña
te he mirado y te he visto en las calles
caminando y rumiando en celos de venganzas
 has matado a Abel y lo seguirás matando
¡oh  Caín!  Te he visto sobre pavimentos
y sobre llantas reinantes en carreteras de polvaredas
tus caídos ojos
mirando de soslayo y al oculto
escupiendo el rostro del otro
¿qué no ves que es el tuyo?
¿que no has visto tu rostro en el espejo?
mientras Abel tu hermano yacía
y has dicho; ojala y que se muera
y has dicho y no mátalo un carro
miserable Abel ¿Por qué has nacido?
¿Quién lo vera?
mordiendo  y acechando en la noche
tus dos ojos como cuevas de víboras
lapidarios y sin sueños
desde cuevas y madrigueras has tramado
tanto has torcido tu cara como arruga
y has retorcido tus labios y tirado con rabia las puertas
¡Hay Caín! has matado a tu hermano…
Y alguien te ha visto, si
Caín lamiendo la sangre de su sangre
limpiando el mierdero  de tus pasos
quitando el estorbo de tu camino
el obstáculo único que te separa de él
de  ti mismo Caín, de ti mismo
y sin embargo has derrengado su cuerpo
lo has orillado para que no vea, para que no respire, para que no sea
y  a veces  innecesaria ha sido un arma
tus palabras y tus gestos lo han hecho
basto tu mirada y tu mirar retorcido
y  después has ido a buscarlo y te has visto en el espejo
y lo has encontrado, lo has visto otra vez
y ni siquiera cuenta te has dado.

Beatriz Elena reservados © Derechos  todos.





             HUMANIDAD 
Solo duele  lo que es  “nuestro”
Lo de lejos no ¿Porque?


        LO TERRIBLE DE LA NOCHE

La mar en calma
la soleada playa 
el infinito azul 
el sol se desparrama alegre
cayendo sobre los cuerpos
las bocas ríen… 
con lo simple se es feliz 
inhalación de aire da dicha
 al caminar los dedos se encogen
de repente se contrae la vida
es de tiempo atrás, 
 algo de los mayores
no  les laves el cerebro 
déjalos ser felices
gaza es un arsenal 
se rompe la mar
se nubla el cielo 
¡Ay! 
¿como caminaras en paz? 
La vida se contrae
se les roba a los niños el rostro 
se perturban  las aguas
se esfuman las alegrías
se mata a lo simple
 lo sencillo
¿cómo caminar en paz?
si alzas la mirada 
veras sus nombre junto al tuyo
¿Por qué pelear  la guerra?
no es la tuya
 hombres pequeños 
 se preparan para matar
¿Por qué matar?
mira esos rostros
¿son acaso culpables
es la noche terrible para ti Israel
cuando descubras que palestina eras tu
La mar  cruje bravía
La mar  roja se vuelve
territorio prohibido 
gaza lugar de todos y de nadie
 palestino   en tu noche terrible 
veras al israelita tu hermano
la venganza no es buena
en la terrible noche israelita
 veras al palestino tu hermano
en la terrible noche ambos se den la mano 
los poderosos  hacen y deshacen 
¿Pero tú hasta cuando descubrirás tu corazón? 
En la terrible noche lloran ambos
cese ya el dolor
 gaza es de ustedes 
es de la tierra  un lugar para compartir
¡Oh!  Tu míralos son indefensos 
¿Porque matar?
 aúllan sirenas
las lágrimas como río se desbocan 
 en los ojos de Raquel
en la noche terrible
paren ya las agonías
cese ya el dolor
alza la mirada soldado
el rostro que muere es el tuyo también
 ya no más …
No mueran más la inocencia 
cese ya la conflagración
 Beatriz Elena Morales E©





        HUMANIDAD 
Solo duele  lo que es  “nuestro”
Lo de lejos no ¿Porque?

Suenan  sirenas, sonido de aviones 
sonido terrible de bombas 
sobre miles de seres 
¡Qué manera de asesinar! 
¡Qué gran invento!
es uno  de los  más maquiavélicos 
 destructivos  después 
de la bomba atómica
¡Horror!
¿Cómo podrán defenderse desde abajo?
de una,  caen como pesadas cargas 
aplastando  humanidad
niños, ancianos, mujeres indefensas
hasta podrían ser los tuyos
tu familia, tu mujer y tus hijos
¿Qué no ves? 
Es frustran te
despierta la impotencia
en seres indefensos
no solo  “culpables” 
caen por encima de sus cabezas
 fardos destructores 
son  ciudadanos comunes
caen aplastando  inocencias
  debe  de ser terrible
  son  culpables los que hacen la guerra 
porque tanto el pueblo israelita 
como el pueblo   palestino
son víctimas del conflicto de poder
ya no mássssssssss
paren la guerra
compartan a gaza 
gaza,  puede ser de ambos
Si se abrazan como lo que son
son  hermanos…
Que la guerra no te lave el cerebro
Ya no más 
deja las armas
no mates mas 
¿A quién matas tú?
¿A ti mismo?
Beatriz Elena Morales E©

LA IMAGEN DEL MUNDO

     




                                                LA IMAGEN DEL MUNDO
                                                             
                                          
  Fragmento  I

 No sé,  si fue la sombra de la tarde,  reclinada  sobre grandes edificaciones verticales,  la que, lo hizo fijar la mirada en el hombre,  que se hallaba  ensimismado en el espejo,  anclado en frente de sí mismo; lo observó  en forma,  para ver la peculiar manera de su cara; pero no pudo encontrarla y tampoco pudo ver,  reflejado en su rostro a  otros muchos que llamaban, porque el espejo no se lo permitía… 
La tierna imagen del mundo; se dijo, ¡Hum! que por supuesto no es tan tierna; esa idea se ahuecaba en su cabeza  y trato de ver al otro, al que se estaba mirando; pero no pudo, no, no pudo ver al otro…
Ese otro que de un solo tajo,  destaja los sueños; pero por supuesto,  que estaba ahí, en algún lugar ¿Pero a dónde? Pensó  ¿Adónde esta ese hombre cuya  crueldad  agitada  corre?  Dejando sembrado a su paso odio, desamor, dolor y que  a su vez,  desenfunda esperanzas,  descorriendo sueños y un sinfín de cosas más.
El caso es que,  en su interior escuchó,   esa vocecilla que lo detenía,   cada vez que una iniciativa nueva, se forjaba en su interior; diciéndole; gritándole casi  ¡Oh no te vayas!
¡No recorras el mundo!  ¡No te alejas! Así gritaba,  en su interior la voz, hasta hacerse  el eco…
La desoyó y continuo con sus pensamientos que se entrometían adentro; el mundo sufre; continuó  en su proceso de desmotivación, motivado a su vez por otros pensamientos, que de algún modo u otro,  eran la continuación de cada anterior.
 Desde luego,  se dijo,  apretando los dientes; pero no sufre  por lo que a ti,  te condena  a una muerte en solitario; a vivir casi cien años de soledad,  y no me refiero  a la  obra de Gabriel García Márquez; no, de ninguna manera no…
Sufre por sí y en sí mismo; porque hay hambres y guerras y toda clase de maldades sin fin, sufre porque siente dolor; pero no sufre por la causa en sí,  que origina el llanto o los llantos;  sufre porque se duele en sí mismo,  en su ego inhóspito y quedado.
  ¿Más cómo le diremos a esa grieta llamada submundo?- ¿mundo?  O lo que  es igual  a un caos inicial que permanece en el tiempo de la no presencia; entendiendo,  esta no presencia  como aquello que se estaciona  en lo primitivo,  dándole forma,  solo al devenir caótico del pensamiento,  lo que en sí y por sí mismo genera,  la permanencia en la no forma de las formas…
Ese no mundo,  que no es otra cosa que la horizontal manera o modo que tenemos los humanos de negar lo que ya está afirmado de un modo vertical. Lo vertical y lo horizontal están entrecruzados en sí mismos.
Afirmando y negando a su vez a la vida; conviven quizá,  en su misma zona, árida o selvática, según  sea el caso... O hasta quizá,  dentro de una pantanosa e inhóspita agua, en donde hay  descensos  sobre abismos, precipitaciones marinas,  y un sinfín de cosas más,  que hacen,  que aquel que no percibe los mundos insólitos,  que generaron su propio proceso conexo e inconexo de individualidades sinfín; pero que de algún modo,  fueron desprendidas de la forma única de las formas; quede rezagado a una zona del no ser,  del no querer ser.
Tiene que existir el equilibrio entre ambas,  para que la permanencia se,  de; pero solo una de las dos,  debe predominar sobre lo otro-
Yo no sé, no lo sé; solo sé,  que el mundo está  ardiendo en su propio fuego; en un fuego que parece tener llamas inextinguibles y  que no obstante no es así; no,  para nada,  en cualquier momento este mundo puede acabar para todos, y todo; incluso más allá  de toda forma particular e individual  ¿A dónde irán a parar  entonces nuestras macabras ambiciones?
¿Todo comenzara de  nuevo como sobre ficciones y sueños desmadrados?  El hombre se dio a la tarea de recordar la tarde aquella; La tarde en que absorto vio,   destrenzado su larga cabellera a la celeste,  recordó que ese día pensó esto; estoy enfrente a  la bóveda celeste  como un idiota  esperando que caiga el día o que se evapore del todo… De repente el pasado se presenta explotando casi sobre el rostro y cayendo sobre este, como un relámpago azul…Dramas, sin final aparente, desfilaron por su mente. 
 Tal parece que alguien quiere orinarse sobre de uno, grito en un gesto casi mecánico, un modo  de defensa, como una cubierta de capa de tortuga sobre sí mismo.
Son los sentimientos de los antepasados,  que quedan atrapados en la presencia de un joven que los recoge en sí,  de un modo inconsciente… Se hace adulto,  pero lo que no se ve,  predomina en este.  Tres generaciones, un  destino final. En un túnel del tiempo ¿Cómo podrá él?,  saber entender,  que no es su pasado; sino el de sus antepasados.
No obstante el instinto humano,  siempre es algo que termina,  por traicionar a esa parte humana que quiere trascender…
El hombre del espejo,  que estaba buscando al otro,  se apartó después de semejantes e lubricaciones,  no lo había encontrado, de seguro se perdió en un espacio vacío;  reflexiono… Entonces sintió,  la cuchilla caer  sobre su cuello, tocó con sus dedos;  la sangre a borbotones,  surgió como un rio; lo último que pensó fue;  ¡Uff!  Se la debía, fui el tirano que acabo con toda su familia…
De ese modo,  quedo saldada la cuenta con sus antepasados.
 De manera que el otro, estaba agazapado en frente al espejo,  para no ser descubierto, para no levantar sospechas,  de forma tal,  que por eso no lo alcanzo a percibir,  cuando  le estaba buscando y de ese modo,  pudo atacar,  cortando de un tajo su  cuello, llevándose su vida.
   Beatriz Elena Morales Estrada derecho de autor registrado y reseñado en la unidad administrativa de derecho de autor de mi país © Copyright


TU ROSTRO



TU ROSTRO


Se me figura tu rostro en la pared
como testaferro de un recuerdo yerto 
pensar, que solo este pensamiento adviene 
como continuación, de aquel fuego que ardió 
en el padecer de un amor, el nuestro, 
que ya feneció... 
tal vez, por eso digo, que 
cuando pase mucho, mucho tiempo
quizá, en tus haberes, me recuerdes
pero, no podrás regresar ya
cuando, pase el tiempo 
y en tus haberes 
no me encuentres, lloraras
lloraras, como lloran las penas 
ya no me tendrás
lamentarás tu perfidia 
tu mal amor...
Añoraras, mis besos
mis caricias, sin igual
cuando pase, mucho tiempo 
nuestra estrella no estará
no…
Habrá otra, en su lugar
ya no añores aquello 
que tuviste y no supiste cuidar
cuando pase mucho tiempo
en tus haberes quizá, me recordaras
de añoranzas morirás… 
De añoranzas vístase la tarde
de añoranzas mi corazón languidece
tristeza es que me da...
Beatriz Elena Morales E © Copyright

domingo, 27 de noviembre de 2016

VASTEDAD


                            


                                      VASTEDAD

Ahora un cielo azul, una vastedad de  estrellas parpadeantes
asombrado ante la inmensidad,  mi corazón se postra  como un temblor
y  fuimos miradas esparcidas en la noche…
Y eso me recuerda, que yo, estoy afuera  y   anhelante de dichas 
pero ante,  ese estanque azul , pozo  profano y ancho
mi  alma,  en congoja infinita siéntese tan sola…
Quizás no soy como tú,  o como aquel otro y sé, que no  oíste mi llanto,  en permanente evacuación hacia la mar…
Y mi fe,  no pérdida,  me sostiene con esperanza,
mientras sé,  que lloran niños en las aceras
y el llanto mío,  broto de adentro ,
y el pecho  siéntese atravesado,  como por una espada 
lejos de ti y de todo,   soy una congoja que no ríe
 una congoja,  cuya  fibra misma en el dolor
y se esparcieron  sueños,  se  volaron por entejados  y sobre edificios grises
de ciudades ausentes ,  y caló el frío en los huesos
y en la memoria, no se perdieron los recuerdos
una inmensidad,  la bóveda celeste,
un vacío adentro se   siente
quizá,  hasta un enorme hueco
tú no eres como yo…
No ves,  lo que mis ojos ven,  no sientes,  lo  que yo siento
quizá,   estoy  afuera de ti y de todos  y de todo
viviendo,  un tiempo que no es el mío..
es posible que solo  sea ,  un ser surrealista y nada mas
he ansiado a mi vez , el mana que cae  del cielo
y  he esperado el tiempo de las vacas gordas
y se me agrietaron  los labios,   como desierto
y se anudo un nudo en la garganta
esperaba  ver caer,  la lluvia en mi ventana
mas solo,  veo  un cactus …
Y ese cielo azul y  de noche las estrellas
y mi ser,  en  una congoja
y mi alma,  vastedad  finita de las cosas…
Beatriz  Elena Morales estrada  © Copyright


POSTAL


LUNA





                                            LUNA
                       Y vi una luna gigante,  posarse sobre un ventanal
                       y  vi caballos al galope los vi ,  desplegarse en su magnitud impresionante
                        bajo noches oscuras  y  bajo brumas frías e imprecisas 
                      y los ojos dorados  del amanecer auguraron auroras   
                     seda es  la  piel   en la mirada,  conteniendo alientos 
                     plumas aladas en la punta, yema de los dedos
                     bajo árboles frondosos, gimieron,  antaño ellos...
                     Sí.  Los enamorados por siempre
                    los ,que aunque despliegan sus alas 
                     son como el día y lo noche,  juntaron sus dedos,  con la puntita de la yema
                    sol y noche  en un segundo,  solo beben el vino, manjar de dioses
                    a escondidas y semi-ocultos,   son los ojos encendidos
                   alegrías ensoñadas,   el disfrute de los pobres
                    el pan recién hecho en la alameda
                  miles de estrellas y estrellitas
                  pegaso elevándose 
                 son los sueños vagando  en los cielos
                  buscan y buscan sin descanso
                   oasis de desiertos nuestros anhelos
                 Juntáronse,   el pan horneado
                 y el aceite y las aceitunas , miradas alegres;
               más por eso digo,  he visto desplegarse las alas de los sueños 
                 los cielos teñirse de susurros
               y he visto una luna gigante , acentuarse sobre un prado 
                luz encendida,   memorias de un buen amor
                    allá a lo lejos, en la noche
                        la he visto... 
                 Augurios felices, para aquellos que la tienen 
Beatriz Elena reservados © Derechos  todos.