LA BELLEZA
BELLEZA
No creo en la belleza como tal: la belleza es solo una apariencia externa y dado que es solo una forma de la forma única, aunque variable, cambiante, hemos de detenernos, no solo en el concepto que de ello emana, sino en aquella parte no visible, para el ojo humano, no adiestrado...
¡El alma! que insondable misterio encierra; cuantas cosas, hay en la inmensidad de un alma que no se nos revela a simple vista.
No creo en la belleza como tal: la belleza es solo una apariencia externa y dado que es solo una forma de la forma única, aunque variable, cambiante, hemos de detenernos, no solo en el concepto que de ello emana, sino en aquella parte no visible, para el ojo humano, no adiestrado...
¡El alma! que insondable misterio encierra; cuantas cosas, hay en la inmensidad de un alma que no se nos revela a simple vista.
Por eso, aunque se dice que los ojos son el reflejo de lo interno, a veces ellos son, solo en sí mismos, solo vanidad de vanidad.
Cuando aprendas a conocer que tú eres un alma y que todos son un alma, comprenderás quizá, que es el amor.
Cuando aprendas a conocer que tú eres un alma y que todos son un alma, comprenderás quizá, que es el amor.
Comprenderás entonces, la multiplicad de la forma única…
Un abismo, un fondo inconmensurable, de honduras inimaginables...
Eso, eso, podría ser el amor y en ello, va vertida la belleza, como un infinito constelado y dentro del cual infinitos ojos, parecen miramos o tal vez, sean solo, unos y nada a más.
¡He ahí el misterio de una mirada! La mirada es una constelación que calla, pero que manifiesta la extensión muda de la palabra y que se lanza enorme hacia el lenguaje…
Por eso no te guíes tú, de la belleza externa; guíate por aquello que va más allá de la forma externa de las cosas.
Lo demás solo apariencia, vanidades... © Copyright
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