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jueves, 30 de abril de 2015

SOLO ME IRÉ



SOLO ME IRÉ
Mira; quizás me iré,
haaaaaaaaaa…
si poco a poco; yo me iré.
solo me iré, lentamente en el tiempo
quizás solo me desvaneceré…
oh, si, si, siiiiiiii
pero si tu,  algún día me recuerdas
solo estira tus manos, ven
pero,  es posible que ya no este mas
a veces pienso,  que todo esto es una porquería
pero,  no, todo es tan bello, me refiero a la vida 
me refiero a las cosa lindas…
mas no a la gente que es mala
ellos son los que hacen que esto,
 todo, sea una porquería
parece que las cosas se derrumban
pero nada es lo que parece
entonces , solo me iré
si muy lentamente  y por entre el viento
en su suavidad quizás,
el tiempo me lleve lento
oooohhhh
todo esto parece derrumbarse  a veces
tendrás  mil años  para morir
dígame una cosa ¿Lo cree?
ahhhhhhhhh
solo estira  tus manos
solo, si alguna vez,  piensas en mí
pero quizás, ya no estaré
estaré entre el viento
con suavidad en el aroma de las flores
oh siiiiiiiiiiiiiiiiii

 Beatriz Elena reservados © Derechos  todos. 

APRENDIENDO A AMAR

                                                  




                                                     APRENDIENDO A AMAR 


La humanidad, o al menos la mayor parte de ella,  es una humanidad cruel; aunque es factible   que una mínima parte de esa gran mayoría,  este tratando de cambiar  o al menos están tomando consciencia, que debemos aprender a amar…   Y es que en los hogares, en la familia, en la casa, en el quinde,  en el colegio, en la universidad; hoy mañana y siempre debemos,  el intentar aprender a amar.  ¿Por qué?  Porque es la única manera que tenemos de sobrevivir; ¿Para que? Para garantizar la continuidad de la raza humana como tal; ¿Solo por eso? No solo por eso, sino por muchas otras razones,  que deberíamos tener en cuenta. Por el momento vamos solo a hablar un poquitín  de la que ya hemos citado. ¿Qué nos puede salvar?  Nos puede salvar el amor; porque es que el amor,  es la única razón y motivo de que estemos aquí, en esta planeta tierra, en este universo;  ¡no  hombre que va! ,  es que yo,  nada tengo que agradecer; ¿Cuál amor? Sera el decir, del que todavía no ha visto, del que todavía no se le han abierto los ojos; pero si, es eso,  eso es lo que el ser creador por excelencia nos  ha querido  decir siempre, siempre.
En  el mundo entero, casi  a diario, a cada segundo,  habremos de ver, casos  de desamor, de indiferencia, de crueldad y más aún de sevicia.   Hace unas semanas atrás; iba caminando,  por una de las calles de un conocido barrio de mi lugar; cuando de repente,  mire  hacia un lado y vi; al pie de una puerta y tratando de entrar a un gato negro,  que la  empujaba,  con sus manitas; pero nadie le abría, así que me dirigí,  hacia donde el, y vi que sangraba por boca y nariz, de inmediato y sin pensarlo, lo acaricie el lomo y la cabecita,  con mucha delicadeza y el pobre animalito,  esta a punto de desmadejarse. Toque la puerta con premura que se abrió de inmediato pero de ladito, el gatito aprovecho para entrar  y la señora lo saco con el pie, lo hiso varias veces; le dije; el gato esta aporreado y quiere entrar ¿porque no lo deja? Porque ese gato, no es de aquí,  y si no es suyo, ¿porque justamente esta a su puerta?  No respondió,  nada y guardo silencio; al ver callada, le dije al menos,  tráigame agua para darle;  me trajo agua en un vaso plástico y cerro de nuevo con premura. Me dio tanta tristeza,  por el gatito, quería,  entrar y morir, en lo que cree esa su casa; sin dudas  el vivía allí,  y considera a ese lugar su hogar  pero… Las lagrimas me escurrían;  puse mi  mano,  es su cabecita  y el,  ya no aguanto mas,  se acostó de lado, lo sobe, mientras le hablaba  cosas  y le pedí,  perdón  en nombre,  de cristo,  por esa  bestialidad, desprecio e indiferencia, por lo  que habían cometido en su contra.   El, pobre animalito,  estaba reventado  por dentro, no había,  nada que hacer. En el último segundo, el gatito levanto la cabeza, la manito y zúas golpeó el vaso, que cayó al suelo, derramando el agua. Es esta parte,  de la humanidad de  la que yo,  no quisiera saber, más…
Pude ver, sentir, el dolor, la impotencia, la frustración, la rabia, el desamor, la desolación , el desprecio, la indiferencia, en una palabra,  la negación de quienes el  amaba…  ¡Que triste! ¡Que triste! ¡Que triste!  Que Dios nos perdone…
En Colombia,  deberían existir leyes para penalizar,  a quienes tan ex brutamente  maltratan,  a los más pequeños,  débiles e indefensos.
En el mundo entero debería enseñarse a amar, desde temprana edad… Si desde muy temprana,  edad, si desde el vientre de la madre. No somos los únicos, todo nuestro entorno, los animales,  todo, juega un papel importante,  en nuestro desarrollo cognitivo, en nuestra  supervivencia,  como individuos, como  humanos,  dotados  de sentimientos y de razón. 

Beatriz Elena reservados © Derechos  todos.

POLITICA








                                                               POLÍTICA

En  cuanto a la política no tengo en mi pensamiento nada en su contra; puesto que  la política es una ciencia y deberá  serlo ;  de cualquier modo debería serlo,  siempre; el problema es que  las personas  que se entran a hacer política ; solo son eso,  polítiqueros  y  nada más.  A  mi modo de ver,  lo políticamente correcto,  lo correcto,  es hacer política…
Si,  ya se que estamos en un fuego de palabras,  que pareciera no llegar a ningún lado, pero si llega;  es claro que a las personas que les gusta  meterse a la política; no les gusta lo políticamente correcto;   es claro, es  así de sencillo,  con tanto desempleo,  cualquiera se puede meter  a la política; quiero decir a la politiquería; politiquear; se buscan curules en donde ejercer cargos por ejemplo de concejal  ¿Sabias cuanto gana un concejal?  Aunque,  no estoy segura,  puede ser entre diez millones de pesos mensuales sino es más; ni siquiera necesitan estudiar. Solo postularse echar carreta  y  ya.
  ¿Y un congresista?  ¿Cuánto gana?  De 21 a 22 millones hacia arriba….
Pero ellos  no hacen política,  no,  solo son politiqueros  ¿El Bien común?
Ningún bien común,  solo carreta;   cuando llega el tiempo de elecciones  van a hacer sus campañas del  ¡bla!  ¡bla!  Y después no se  les vuelve a ver ni  en pintura, no se vuelven a  acordar ni de su mama  ¿creo?
  Es obvio,   se busca poder,   ¡uy!  Dinero, por supuesto, eso da poder, nada mas…
 Eso no es política, eso es politiquería,  así son las cosas-
¡A!   Que  las mujeres  han logrado mucho,  porque ya se meten en política y todas  esas  cosas puede ser ;  pero las mujeres al igual,  que los hombres que se meten a  politiquear;  solo buscan bienestar personal…  
En tiempos de la Grecia Antigua; en la Antígona de Sófocles; es allí creo; se habla de Creonte un rey  que nunca creció; porque era totalmente   egoísta, todo lo  que usted  quiera  o pueda imaginarse;  al igual que hoy, pasa exactamente lo mismo o hasta peor.
La política la han convertido en una politiquería de lo más prosaica ; aunque en tiempos antiguos,  si se ejercía  la política como ciencia,  no en todos los casos,  claro esta… Pero al menos si se la miraba como una ciencia.
Y una ciencia es eso,  debe de estar encaminada a buscar no la supremacía de lo externo, sino de lo interno en el sentido del buen manejo de las leyes, de lo justo, de lo  equitativo.  Estar al servicio del bien mayor y no menor…
Sepa y entienda que cada vez que un político; perdón quise decir un politiquero,  sea  del genero que sea, que   se coloca a hacer política. Lo hace,  porque esta pensando es en el signo pesos  y  sus ojos, se convierte en eso.
 Es hora de cambiar; pero  cambiar no quiere decir tomar frases prestadas de otros y llenar de pancartas la ciudad; no, esto  se trata de hacer, de ampliar  horizontes en cuanto a la planificación de las cosas, no para el lucro de unos cuantos, sino de todos.  
De verdad  que el ser humano  debe aprender a desaprender cierto tipos de cosas  que hacen mucho daño, debe de aprenda a salirse fuera de si.   Dar  y compartir  con el otro, lo otro. Los otros  y su entorno.    Ese es el asunto,  la verdadera  y el verdadero político se dedica a hacer crecer la ciudad,  la comunidad,  se dedica a hacer mejor las cosas; a crear educación, a educar y a enseñar con ejemplos;  el bien común es  necesario promoverlo, puesto  que quien así hace  y así piensa,  obtendrá  beneficios mutuos;  tanto en lo  material como en lo personal. 
Por  ejemplo en la educación;  quien educa e invierte en  ella; esta  criando niños con valores, está creando un mejor futuro para la humanidad, obtendrá también  ganancias para su entorno. Hay que educar, capacitar y poner en acción muchos más programas que  lleguen a los barrios y a las madres, no importa si son cabeza de familia o no.
Otro Ejemplo,  veamos;  la naturaleza,  si  a ella le damos,  ella nos dará; lo  ecológico, el  planeta y lo  ecológico individual del ser humano;  cabria hacer énfasis en esto;  la parte ecológica,   la humana y la  relacionado con el entorno,  en todos los sentidos.
 En fin que estamos en un tiempo que la raza humana  tiene que evolucionar  para darlo lo mejor de si.
 Devenga amor y devengar amor y obtendrás más ganancia que simplemente actuando como un reptil voraz o un simio ciego de avaricia.
Esto es  para todos, todos también,  sino esto se va a convertir en un caldero hirviendo,    más de lo que ya esta,  así de sencillo. U otra cosa otra bomba nuclear ¿Se imagina usted?
Horrible, horrible.

Queremos una calidad de vida mejor para ti,  para mi y para todos,  incluidos   nuestros  animales y no solo los  de compañía,  sino todo lo que esta en el entorno.
 NUESTRO ENTORNO.
Beatriz Elena… 

jueves, 2 de abril de 2015

TE AMO




             TE AMO

En la levedad de un segundo tu mirada
cada noche en que la luna manifestaba su luz placida
estaba cada pecho dormido
el tuyo y el mío,  pero juntos
susurraba a tus oídos mi voz
te amo, te  amo como se aman los secretos dulces
como se aman ciertas cosas en el silencio
en un  silencio de esos, que desliza rumores
como aleteos de pájaros en la ventana
como alas de mariposas que se posan
prodigaban  las manos terciopelos
 te buscaban las auroras perfumadas
 habitantes de lunas pálidas
te  amo como el secreto de las nubes que hablan
como el susurro  de aguas que corren
con el secreto encanto de las salamandras mutantes
de la tierra en donde brota pródiga la vida
estaba cada pecho dormido
el tuyo y el mío pero juntos
susurraba a tus oídos mi voz
de lunas pudorosas
como alas de pájaros en el silencio
temía despertar…
Era tan linda la luna
brillaba tanto el sol
que se asustaban los gnomos
y estaba cada pecho dormido
el tuyo y el mío,
pero juntos
susurraba a tus oídos mi voz
si. Te amo
te amo como se aman ciertas cosas en el silencio
en la tierra en donde brotan los sueños
y existen salamandra mutantes.
Sí. Te amo.

Beatriz Elena Morales estrada
 ©Copyright
derecho de autor protegido


PENA






               Pena



Hay en mi vida una pena

un secreto cantar

una nostalgia perenne…

suave como la tarde

arenoso  como un  oasis

sediento como una rabia

apretada como una mueca

es un secreto penar

un penar hondo y árido

de melancólico designio

de un mirar y de un ver
una traición, tras otra
una mentira un engaño 

¡Ay! como se van las  golondrinas

se alejan entre nubes

tomadas de sus  alas

es un sentir de mi pena

es un penar de un oír

de un ver y de un sentir

de un despecho de amor

de un desengaño  feroz

de un sentir y de un oír

como aúllan los lobos

entre lejanías y en noches de luna

agitado, mí pecho

en mi algo…

 En medio de mi cuerpo

como centro expandiéndose mi tórax

 a echado a volar, alas me salen del pecho

hacia  el infinito y más allá

es un penar de penas,

callada y muda en mi desesperanza

nada pueden mis manos

es una pena de abismos

un adentrase en mi  hondura

como boca enterrada y sellada

agobiada entre multitud

es un designio, un decir

una mano adherida al vacío

algo en el centro de mi pecho

un secreto penar…


        Beatriz Elena morales Estrada
Extraída de mi obrita Silencio De Alas
Esta obrita esta registrada en la unidad administrativa de derecho de autor

El LUGAR DE YA NUNCA JAMAS





El lugar de ya nunca jamás
                                                             (El milagro)

Se  hallaba sentada a la orilla de su cama, las manos juntas, su cabeza echada hacia abajo, en una actitud de recogimiento; hablaba en voz baja, lenta, en su rostro se notaba cierta resignación, que solo los años pueden agregar a una vida surcada por el tiempo. Cada palabra que expresaba poblaba su cara de imágenes, de presencias vivas, sus ojos brillaban, pero el tono de su voz era de pesar. Repetía lentamente como si quisiera retener las palabras; se desaparecieron de mi vida, no las volví a ver, no me di cuenta, ni como, ni cuando, nunca vi que las velaran, mi mamá nunca me dijo nada, me ocultaron las cosas.
Ella había tenido un sueño, todo el día lo había estado rumiando, tenia la sensación de que el diablo se le había atravesado en su camino  espiritual para impedirle entrar al cielo. No confiaba en su hija, porque esta no seguía las inclinaciones religiosas que ella tenia; no obstante la amaba y aunque se esforzaba para que esta se convirtiera a sus creencias, no lo había conseguido. Sin embargo ese sueño se había arraigado con tal ímpetu en su ser, que decidió platicárselo. Ella nunca fue amiga de dialogar con su hija. Tenía otros puntos de vista y eso era suficiente para creer que tenía razón. Además ante sus ojos esa hija suya no estaba enaltecida como tal; Sin embargo le dijo; soñé que iba para el pueblo de donde nosotros éramos; iba yo muy limpiecita, llevaba un vestido rosado, unos tenis blanquitos, estaba ya llegando a la casa en donde vivía una tía mía y aquí más abajito; mostró con su manos, con su cara llena de efusividad, vivía la otra tía, pero llegando a ese sitio se presento un puente de madera nueva que nunca había visto y cuando trataba de pasar al otro lado; la madera trozos de esta, gotas de agua, se me metían en el pie izquierdo, porque la suela del zapato resulto rota, y quería pasar a donde estaban ellas, pero no podía.
Se interrumpió, sus ojitos se alumbraron y se quedó  pensativa, entonces dijo de nuevo, con una cara llenita de expresiones alegres, como si estuviese viendo, palpando lo que contaba.
¡Si vos vieras como era de lindo ese lugar! Todo se trasformó. El olor de las flores llegó  hasta su nariz, el canto de los pájaros, las voces infantiles de Nilda y de Nina  poblaron por unos segundos, todo el espacio de su ser. A cada lado había cafetales y puras flores de azahares de naranjo y de café, ¡olían tan rico!  Yo salía con mis dos hermanitas, como era la menor me quedaba atrás, oliendo las flores, mirando las mariposas, jugando corriendo, haciendo lo que quería y como no había carros, ni animales, ni nada peligroso. ¡Eso era más bueno!
Al rato regresaban ellas de hacerle el mandado a mi mama, cada una con un repollito en una mano, en la otra un poquito de cilantro. Al escucharla y verla hablar Franchesca supo que en ese espacio tan fugaz del tiempo su mamá había sido tan feliz, como no lo fue antes ni después. Guardaron silencio, y su hija contuvo el aliento para que las lágrimas no brotaran de sus ojos, pero al fin, haciendo un esfuerzo le preguntó. ¿Entonces usted no pudo pasar el puente?  No, dijo la madre
Y ellas me miraban del otro lado, ¿Quiénes? Eran personas que me estaban viendo, varias, mis tías
Dejando ver la preocupación en sus facciones, soltó esta  pregunta; ¿Sera qué el demonio me esta poniendo obstáculos para que yo no pueda llegar al cielo? Para la madre esto significaba mucho, era el punto álgido de lo que consideraba un encuentro con Dios; pues aunque había sido católica optó  por cambiarse para un sector protestante, a una iglesia llamada cristiana evangélica. Allí; solía decir con frecuencia se encuentran los verdaderos cristianos, los santos del señor; pero no solo ella pensaba eso; los otros sectores protestantes pensaban exactamente lo mismo con respecto a las otras iglesias; somos los únicos, los verdaderos, descartando cada una a las demás.
Eso lo sabía muy bien Franchesca, que además conocía muy bien los motivos que habían llevado a su madre a convertirse a esa religión o a ese modo de creer. Presionada por sus dos hijos mayores, convertidos hacía tiempo los cuales  le decían, que si no se cambiaba de religión era muy probable que no se fuera a salvar.


Todos esos sectores protestantes pensaban que para las personas salvarse debían convertirse a su iglesia; aferrada como estaba a esos conceptos, no alcanzaba a comprender la verdadera espiritualidad, de modo que los consideraba seres santos. Por lo demás seria injusto decir  que no tenía una verdadera relación con Dios. La tenia pero su forma de enfocarla  le impedía ver la  belleza interior y la flexibilidad del espíritu  para moverse en su ascenso hacia la luz. Era esto lo que no podía ver en Franchesca, opacada quizás por la nefasta influencia de los mayores.
Buscar a Dios en las religiones es abandonar lo intimo, lo sagrado del ser, para revestirlo de apariencia, con ropajes de falsa santidad.
Esta miró a su madre y de nuevo le preguntó ¿porqué piensa usted eso? Es qué este sueño se lo comente a algunas personas de la iglesia y ellas me dijeron que a lo mejor era el diablo que me estaba poniendo trabas para no dejarme entrar al cielo.
Resguardada  por la penumbra de la habitación su hija, que se hallaba en la cama contigua guardó silencio por un rato y luego  respondió. No, sabe que no mamá; lo que sucede es que para usted la infancia, ese pequeño trecho significo mucho, dado que solo duró  un instante ; pero allí usted se sintió realmente feliz , libre… ¡Si así fue!  Cuando mis hermanitas murieron, cuando se desaparecieron de mi vida; yo quedé mayor,  solita, ni siquiera había cumplido los dos añitos.  ¡Lo ve!  Ese momento fue para usted único, irrepetible, dado que después tuvo que hacerse cargo de muchas cosas.
En efecto a la madre, la infancia primera, le había sido arrebatada, porque de súbito el destino la había introducido al mundo  de los mayores. ¡Pero sabe que! ,  no se atormente más con esas cosas, ese lugar ya lo ha recobrado, pues este, es la permanencia del paraíso perdido en su memoria; además no se le olvide que el reino de los cielos esta en su corazón. La madre, volteo a mirarla y dijo; ¡vos que vas a saber de esas cosas! ¡Vos no sabes nada!  Se recostó en la cama queriendo dormirse, pero algo más fuerte le roía  el pensamiento y si bien las palabras de su hija no la convencieron del todo, aquella noche, era la noche de las dos de su encuentro.
A toda costa su hija deseaba que nada, nada las alejara esta ocasión. Después de un rato, la  madre continuó hablando y dijo; a mi  abuelito Salvador le quitaron la finca; se la dejo quitar, yo no se como fue eso. ¿Cómo así qué se la quitaron? Si dizque por unos tres arbolitos de café, que se le quemaron al señor de la finca contigua. Un señor que se llamaba Enrique escobar, se aprovecho de mi abuelo y sacó como pretexto eso,  para robarle la finca, después de eso nos tuvimos que ir a vivir de arrimados por allá a otra casa, en fin quien sabe de que artimañas se valió para robarle a mi abuelo. ¡Como él era de plata! Y además tenía muchos amigos ricos; después de eso nos toco llevar una vida muy dura. Debido a eso fue que desapareció primero una hermana y al poco tiempo la otra. ¿Pero usted tenía otra hermanita qué se llamaba María Rosa? Así, si, pero ella se murió cuando yo estaba grandecita, ella era la niña que mi mamá había dejado de dos años después que ella se murió. Yo estaba en santa Rosa haciéndole el almuerzo a mi papá, desde armenia, hasta allí siempre quedaba muy retirado. Cuando nosotros nos fuimos un lunes por la tarde, la dejamos con otra tía y regresamos  un viernes. Cuando yo llegue, la niña me dijo; la voz de la madre se quebró ahogada en un sollozo, que le atravesó la garganta, hasta casi romperla; ¿Atis, Atis, Atis, porqué  se demoró  tanto? Y al ratito se murió.
El silencio como un filo de espada invadió los pechos.  Descargó sus pesadas alas sobre los huesos, relleno las cobijas, las sabanas y hasta la ventana que se cerró  de golpe: ¿Atis poque se demoró tanto? 
La tía Nina dijo que ella la iba a cuidar, ¡pero que va!
Ella era muy mala con la niña, cuando ensuciaba los pantaloncitos, porque la diarrea se le venia así de pronto, la regañaba y le pegaba. Dijeron que le iban a hacer bebidas. La niña solo estaba esperando que yo llegara, yo era como una mamá para ella. ¿Cuándo la niña le dijo así, usted qué hizo? La abrace y la acaricie, ella murió en mis brazos.
Después de una larga, larga  pausa, la voz de la madre volvió a escucharse.
¡Mija valla llévele el almuerzo a su papá! , ¡Corra Mija! ,  ¡Ligerito! que nos va a coger la tarde, cuando vuelva almuerza  usted. Así trascurría la segunda infancia de la madre, aún recordaba la voz de su mamá, apresurándola en las labores domésticas. La maestra de la escuela le decía, que su niña era muy inteligente, que no le cortara las alas, que la dejara estudiar,  a lo que María Rosa, nada respondía, guardaba silencio, ¿más qué  podía decir?  La madre continuó; seguramente a ella le quedaba muy difícil actuar de otra manera, peque quizás ella estaba enferma o estaba embarazada. ¿Cómo me iba a decir eso a mí?    
Cuando mi mamá murió yo tenia nueve años, ese día  me acuerdo patentico no habíamos puesto nada en el fogón y era yo fregando a ver si podía encender la leña y nada que podía. Tenía una agonía en la boca del estomago y mi mama seguramente en las mismas; cuando eso vivíamos en un ranchito de paja; fíjate que el único entretenimiento que yo tenía, era que salía para el corredor y me columpiaba del techito , de las vigas, levantaba los bracitos y ya,  eso era todo, luego volvía a seguir haciendo oficios. De la cocina escuché cuando mi mamá le dijo a mi papá; Jesús maría, yo ya me voy a morir, de esta no me salvo. Si yo me muero no vaya a regalar a mis hijos, no sea como otros papás, que apenas se quedan solos los regalan, déjelos que todos se críen juntitos, no los vaya a regalar. Fui y me asomé y ella apenas me vio, me balbuceaba, me decía una cosa que yo no le entendía, ¡Mmm...! Y señalaba sus piernas, yo no le podía entender. Salí a buscar a mí  abuelita, que se llamaba Merceditas Romero  y a mis tías, como mi papá ya había salido a buscar, yo no sé qué seria, a lo mejor ramas para hacerle algún remedio a mi mamá.  Cuando llegaron todas, ya ella estaba muerta. Cuando ellas la vistieron, la arreglaron para meterla en el cajón le encontraron un  niño entre las piernas, era una niña, ella se la llevo también. Lo que pasa era que María Rosa la niña había nacido dos años antes.   
Pero dicen que a mi mamá la mato un medico, era el único que había en el pueblo, él receto unos remedios, a ella le hicieron daño. A él lo metieron a la cárcel, se lo llevaron para Medellín, no lo volvimos a ver;  claro que  a él se lo llevaron, pero no fue  por lo de mi  mamá; sino por un muchachito que decían, que también con  lo que le había recetado lo mató; según decían era que ese señor no era ningún medico; dizque se hacía pasar por doctor. Así era la vida en esos tiempos, era muy dura, ¡ahhh!  Y tenía que tocarle eso a mi mamá, precisamente a ella. Si es que el tal doctor ese se mantenía borracho y con mujeres y así  recetaba.  
Después de eso, ya me tocaba a mí madrugar para hacerle el desayuno a mi papá, que se iba a trabajar por allá lejos, a una finca. Dos arepitas redondas, una botella con agua de panela  y una arepita ancha con dos pedacitos de carne frita, el uno se lo comía al desayuno y el otro lo guardaba para el almuerzo, con eso pasaba todo el día, hasta las seis de la tarde que llegaba.
Yo me acuerdo un día que mi papá se partió un dedo gordo del píe, no podía trabajar y se tenía que apoyar en un palito, uno lo veía  por hay cojeando, se estuvo un poco de tiempo sin poder trabajar y nosotras sin comer nada. El era todo desesperado, se llegaron como las cinco de la tarde, hasta que mi papá no se aguanto más; entonces me dijo, venga Mija traiga el costalito, ¿es qué va a mercar papá? No me respondió nada, al rato dijo; no tengo plata mija, pero venga vamos pa el pueblo, yo ya no me aguanto más. Cuando eso mi mamá  estaba todavía viva. Íbamos ya llegando, cuando se hizo un ventarrón tan fuerte que nos tuvimos que tapar los ojos, pero así  con los ojos entrecerrados, en medio del remolino ¿vos sabes qué es un remolino? Preguntó la madre con efusividad, venía un papelito y casi sin poder mi papá le echó  mano ¡Mija! , ¡Mija! Camine a ver que ahora si nos vamos a mercar, mire lo que agarré era un billete de cinco pesos, eso en ese tiempo era mucha plata; ¡si vos vieras todo lo que compramos! , cuando eso todo lo vendían por puchas, compramos unos quesitos grandotes, que eran como a medio centavo. Cuando ya íbamos llegando a la casa, mi mamá apenas nos vio, salía y se entraba, volvía a salir y se volvía a entrar. Es que ella no podía creer lo que estaba viendo,  yo gritaba por el camino; ¡mi papa compró mercado! Llegamos y ahí mismo prendimos el fogón, mi mamá  se puso a fritar carne y a hacer unas arepas grandotas, más buenas y der una vez puso a ablandar  los frijoles para el otro día.
El rostro de la madre se lleno de gozo, la alegría la lleno de luz, era como si la primavera inundara todas las cosas porque es que hasta la ventanita se volvió a abrir.

Fin
Beatriz Elena Morales Estrada
 Extraída de mi obrita Voces De la Noche, publicada por la editorial Lealón; Medellín  Colombia. Esta obra esta registrada en la unidad administrativa de derecho de autor de mi país


ABSTRACCIÓN

                                                     


Pero hay un recuerdo
Si,  en medio del dolor, un lavadero  de piedras y el agua sonando y corriendo al otro lado de la carretera y un sembrado de yucas donde un hombre  de color moreno tostado por el sol sembraba  y cogía a sus vez las yucas; era el padre alto y de un mirar profundo y penetrante…Y también nostálgico al traspasar el nevado del Ruiz…


Pequeña abstracción de mi misma
intangible sueño de mi búsqueda
de la búsqueda…
Locura intermitente que no cesa de buscarse
¿Pues qué otra cosa podría ser  si no esa? Locura es buscarse
buscarse y no hallarse…
Pequeña sentencia del despertar  escondido
la infancia semi mundo adormecido  en la memoria
y el genio comienza a resurgir
el milenario mundo gravado en cobre secreto
ahora fundido en lo presente
porque ahora he hallado ya el bosque
y trascribo en palabras, aún me hallo perdida
y no porque no sepa quien soy  yo
o porque yo no sepa quien soy
sino porque en medio de selvas asfaltadas camino
y aún siento que entre lobos ando
y que el paraíso perdido se me oculto
en medio de arboles sembrados





La dicha de lo primitivo
el albergue de la infancia
el caminar descalza
y era allí,  allá en donde el genio estaba
podía ver el alborozo de los pájaros
y escuchar el sonido del agua caer
          si en sinfonía, en sinfonías
          pegar mi oído y escuchar
en fin...
                           
                            Beatriz Elena Morales Estrada
                     Derecho de autor reservado y reseñado


El MAR







El Mar


Esteban lozano se hallaba desnudo sobre el gran acantilado que bordeaba la inmensidad de las aguas. Toda la vista del mar parecía a sus ojos convertirse en diminutas perlas blancas. Estas chocaban una y otra vez contra las rocas lisas ígneas que el azuloso mar había logrado tallar magistralmente durante milenios. Innumerables estrellas anidaban como alados pájaros en su mente y se posaban en sus ojos, deslizándose dentro de sus ojeras, que se dibujaba grandes, dándole a su rostro un aspecto fantasmal, extraño. Más allá, la espuma roja, azul clara,  formaba caballitos dorados que cabalgaban haciendo sobre sus lomos figuras de hadas, de duendes ardorosos,  juguetones;  pero atrás la playa se sentía  callada,  tris tona,  envuelta solo por los efluvios  hermosos que las olas traían en su recorrido y le regalaban. Luego de esto la playa parecía quedar solitaria, desierta vacía. Cualquiera que hubiese podido trepar las rocas lisas, peligrosas o rodear el borde del acantilado para observar la vegetación oscura y espesa del fondo de las aguas o simplemente para recrear su vista con el  terrible y fenomenal oleaje, si por casualidad hubiese mirado, y hubiera visto a Esteban lozano, quizás lo habría confundido con un especie de animal raro, surgido de las profundidades del submundo marino. Pero él aún con  sus ojos extraviados, ausentes como de si mismo parecía hallarse en reposo. Un cansancio grato le recubría uno a uno los miembros de su cuerpo, le agarraba los desnudos pies  y subía hasta la ultima hebra de su cabello negro y ensortijado, No obstante jadeaba lento, con una respiración casi promiscua como si buscara su infinitud en un pluralismo de seres.
¿Habría luchado Esteban Lozano con dragones o  mostros marinos?
¿Quizás algo peor que eso pudo sucederle? Tal vez Habría luchado con hombres y con mujeres  dentro del mundo civilizado, ese lugar en donde los unos excluyen o se excluyen de los otros y en donde al final terminan suprimiéndose por falta de un entendimiento. Pero a esas instancias seguía desnudo a las postrimerías quizás de un nuevo amanecer.  La imagen proyectada no era la de un guerrero que calzara altas y fuertes botas, más bien parecía como si el mar hubiera acabado de parir otra especie de animal, un animal  pequeño si acaso nos atreviésemos a compararlo con la grandeza de las formas que se le develaban ante los ojos. Abajo en el fondo del acantilado, las olas golpeaban con furiosa avidez las rocas y ya luego se alejaban para regresar aun con mayor ímpetu  y este continuaba absorto, preso de una extraña fascinación…
Al tratar de acercar más mi visión hacia su rostro pude ver como se le formaba una sonrisa gozosa en medio de su boca. Sus negros y espesos ojos de repente se convirtieron en cielo,  en mar. Y las olas de nuevo, pero ahora más furiosas que siempre se arrojaron queriendo alcanzar el borde del acantilado y la playa hasta entonces callada, pareció estremecerse ante el furioso oleaje que se cernía también sobre de ella. Pero él se hallaba ahora de pie triunfante como si acabase de llegar de una batalla feroz, listo ya para regresar al mundo civilizado y convertido en un simple  animal de superficie.

Beatriz Elena Morales Estrada
Extraído de mi obrita Voces De la Noche
Publicado por la editorial Lealón
Derecho de autor registrado


miércoles, 1 de abril de 2015

TERRITORIOS OLVIDADOS



                                                                         
                                                                           Imagen sacada de la web




TERRITORIOS OLVIDADOS

En homenaje a los pobres, débiles  y más desamparados
en defensa a la vida, a la naturaleza y a los animales todos
a los animales de todas las especies  
y Aves de los cielos…
Esta es su voz


Somos territorios olvidados en donde lo inexorable como hacha
Rompe el silencio de lo innombrable...

Nosotros somos bestias, animales cazados
ellos nos matan y se roban nuestras pertenencias
somos territorios olvidados
yacientes  y acurrucados somos
dolientes en noches sin vela y sin amor
somos herederos del odio que nos han legado
y con el puño apretado impotentes
y castañeando de frío nuestros dientes están
somos habitantes desamparados
vivimos bajo el abrigo de noches sin esperanza
somos territorios olvidados
y habitamos cuevas y tugurios escondidos
y en otras  ocasiones grandes extensiones de estepa
o de  selvas vírgenes  que nos acunan
¡Pero ay!  ¡Ay  de nosotros!  los cazadores nos persiguen
y se mengua nuestra estirpe
solo nos recuerdan  para matarnos
o para robarnos lo nuestro
somos territorios olvidados
yacientes  somos
somos los pobres, los sin esperanza alguna
y ellos los otros nos bombardean
cada día sus manos están teñidas de sangre
hincan sus imperios a costa  nuestra   
y sus edificios se hacen tan altos, tan altos
son como torres de babel y se unieron
pero Dios hizo que sus lenguas se trocaran
y entonces ellos andan en tropeles
y mientras nosotros, territorios olvidados
abrimos nuestras manos como en secreto
ellos nos llaman bestias
y hemos llegado a donde ellos se adoran
y hemos tocado el dintel secreto
en donde el dios obsoleto
ese,  que son ellos mismos
y hemos encontrado que ya no habita
entonces en silencio nos hemos mirado
y hemos sonreído
si, nosotros los cazados, 
los yacientes domados
si  y ellos los que nos aborrecen
y nos han tenido por nada
ya no habitan…

Beatriz Elena Morales Estrada
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