LA HORA DE LA SOMBRA
Cuando llegan las horas nocturnales
la hora de la sombra
es apenas cuando el ser empieza a reflexionar,
a pensar en sí mismo
ya que es el momento
en que quizás liberado de todo el asedio y penalidades que ofrece el día la vida
al iniciar el ritual del sueño
los hombres las mujeres se despojan de su rostro
dejan caer una a una las máscaras de apariencia con las que a duras penas sostuvieron de pie sus cuerpos.
En la oscuridad o en la penumbra nos asumimos como somos las ambigüedades viejas o nuevas aparecen
como estandarte de viejas batallas
Es la hora en que los hombres las mujeres más necesitan e invocan a su Dios es la hora de llamar llamar...
Hora de soledad de espectros fantasmas que nos enfrentan a nosotros mismos
La hora de la sombra es también la hora del alma y por lo tanto la hora más cercana más próxima a la muerte.
Pero el hombre la mujer que sabe
se regocija en esta hora
ya que ella es en verdad esencia de su ser
La hora de la sombra nos hace visionarios
acuden a nosotros los secretos que la noche profesa...
Hablando de la noche ella que nos habla también del bosque despejado o nebuloso de la infancia
no es necesariamente la pista de hielo que ha creado o crea prematuramente a un hombre o a una mujer inmaduro
Pues si bien se dan seres no aptos no listos para deslizarse sobre la pista de hielo por no saber o por no
querer asumirla, el durmiente que sabe de la hora de la sombra, aún sin buscarla,
va más allá del sueño de la noche.
En si mismo el misterio se le revela como una voz secreta y sabia, que busca o ama lo sagrado.
Por eso entre el dormir y el velar se encuentra el devela- miento de lo oculto.
Esta es la Introducción de mi librito Voces de la Noche, Beatriz Morales E, Diciembre de 2001, todos los derechos reservados Colprith
2 comentarios:
Es un escrito muy bello y muy profundo.
Marian
GRTacias, Marìan por tus bellas palabras,un saludo.
Beatriz Elena
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